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En Quito, presunto violador se salva de la hoguera pero no de una paliza
Luego de enterarse de que la víctima había sido una niña, vecinos del barrio de San Roque lincharon al sospechoso e intentaban prenderle fuego
Vecinos del barrio San Roque, en el centro de Quito, lincharon al presunto violador de una niña de 12 años.
Ocurrió el domingo 12 de junio a las 13:00 aproximadamente. Para dar rienda suelta a sus protervos deseos, el sospechoso había irrumpido a la casa donde estaba la menor, ubicada a una cuadra del mercado más grande la capital.
Cuando supuestamente estaba cometiendo la violación, un tío de la víctima entró al domicilio y se encontró con la horrenda escena. Ante eso, el sujeto salió corriendo y se cruzó por el camino de los agentes metropolitanos, Juan Tapia y Pablo Andrade, quienes comenzaron a seguirlo.
Negó el delito
En las calles Ambato y Túpac Yupanqui, a tres cuadras de la casa donde había ocurrido el presunto ataque a la menor, el sospechoso fue arrestado. “Dijo que no había hecho nada, que la niña lo había llamado”, contó Andrade.
Estas explicaciones no convencieron a los vecinos, quienes indignados por lo que habían escuchado, agarraron al sujeto y lo golpearon incesantemente. Incluso habían conseguido gasolina para intentar quemarlo vivo.
En medio de todo ese relajo, el tío de la supuesta víctima se desmayó y luego de ser reanimado anunció que el crimen “no va a quedar ahí”.
Para entonces, los policías ya habían embarcado al sospechoso al balde de una camioneta. Y allí, con el rostro lleno de sangre, se retorcía del dolor. Poco tiempo después, según las primeras investigaciones, se supo que aquel hombre habría amenazado a la niña con un cuchillo y, aprovechando que en la casa estaba solo ella, al parecer la violó.
Fue hospitalizado
La policía llevó al hombre al Hospital Eugenio Espejo, donde permanecía hasta el mediodía del lunes 13 de junio. “Está todavía en observación. Estaba flagelado el hombre”, indicó Patricio Sarabia, coronel de la zona.
Los familiares de la agredida llevaron a la menor a la Unidad de Flagrancia para que un médico legal la revisara y continuar con la denuncia.
Al principio no se conocía la identidad del sospechoso. Luego se supo que su nombre de pila es Félix; su edad, 52 años; y que tiene una denuncia por intimidación, en Guayaquil, que data de abril de 2018.
Lo veían siempre por las inmediaciones del mercado. “Es vagabundo, quizá estibador y cuidador de carros. Por ahí se movía”, explicó Sarabia.
Los vecinos de San Roque quedaron preocupados por la situación de la menor. No conocen muy bien a la familia, pero saben que ambos padres trabajan y que ese día la niña se quedó sola en casa.
Marta Salazar, moradora de la zona, dijo que las gradas de la calle Loja son sumamente peligrosas, que a todas horas hay gente consumiendo droga. Allí solo se ven colillas de cigarrillos, decenas en un solo sitio. “Este hombre pasaba ahí drogándose. Le daban comida”, comentó.
La presencia de gente sospechosa es habitual para estos vecinos.