Un policía abatió a uno de los dos supuestos delincuentes que ingresaron a un local de comida rápida, ubicado en las calles Machala y Libertador, en Cotocollao, norte de Quito, la noche del sábado.

El sargento Marco Parra, quien esperaba ser atendido, habría sido sometido por los ‘choros’, pero logró soltarse.

David, dueño del restaurante, contó que el hecho ocurrió a las 21:30, justo cuando su esposa, María Belén, salió a comprar más papas porque se habían terminado. Mientras tanto, él se quedó atendiendo al uniformado, quien esa noche estaba fuera de servicio.

Al cabo de un par de minutos, dos hombres ingresaron armados, les apuntaron en la cabeza y mientras uno de ellos recogía el dinero de la caja y otros objetos de valor, su compinche habría sometido al gendarme, colocándolo boca abajo, sin sospechar quién era.

“Dijeron: ‘No se muevan’ y empezaron a pegarle al señor en la cabeza con la pistola. Después... no sé cómo, pero el policía, desde el piso, disparó contra el delincuente. Era su vida o la nuestra”, manifestó David.

Según el informe, el sargento tenía su arma de dotación y disparó en contra de su agresor por tres ocasiones, cuando este se habría descuidado.

María Belén relató que ella estaba de regreso al local cuando escuchó las detonaciones. Fue entonces que vio a un hombre huir de su negocio y segundos después, su cliente salía bañado en sangre, pidiendo ayuda.

“El señor estaba débil y a punto de desmayarse. Cayó arrodillado sobre el rompevelocidades que hay frente al negocio y llamé al 911”, mencionó la mujer.

El coronel Fernando Vaca, jefe de Operaciones del Distrito Metropolitano de Quito, añadió que el gendarme actuó en legítima defensa para precautelar su vida y la del propietario del restaurante.

“Él está estable, pero tiene heridas en su cuero cabelludo y en el pabellón de la oreja izquierda, producto de los golpes que recibió mientras estaba sometido en el suelo. Esto es una muestra de un acto heroico, porque el uniformado puso en riesgo su vida y evitó que haya mayores novedades que lamentar”, agregó.

Cerca de 50 dólares y un celular fue lo que sustrajo el otro antisocial, quien escapó del sitio. La policía desplegó un operativo para ubicar al sospechoso, quien, al parecer, es extranjero, pero hasta el cierre de esta edición no lo encontraban.

Las unidades de Criminalística llegaron al sitio para levantar indicios y entre las evidencias encontraron un arma de fuego de fabricación italiana junto al cadáver.

Este fue trasladado al Departamento de Medicina Legal. Según el resultado preliminar, el hombre presenta tres perforaciones de bala en el tórax.

Luego del hecho, varios moradores felicitaron el accionar policial. Susana Estrella, vecina, dijo que fue una bendición que el agente haya estado en ese lugar. “Esperamos que las autoridades respalden al oficial y se dejen las contemplaciones con los delincuentes”.