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El presunto asesino de la ecuatoriana Sarai Llanos fue detenido en Estados Unidos
El hombre confesó haber matado a la compatriota, al parecer, utilizó un cuchillo para cometer el crimen.
En el condado de Gwinnett del estado de Georgia, en Estados Unidos fue detenido el jueves 4 de agosto el presunto asesino de la ecuatoriana Sarai LLanos Gómez, cuyo cadáver fue encontrado el pasado 20 de junio entre los matorrales, cerca de un lago en Flowery Branch, un pueblo ubicado en el condado de Hall.
La joven de 19 años, nacida en Guayaquil, estaba desaparecida desde el 15 de junio pasado.
El detenido, Timothy Krueger, de 49 años, confesó a la policía Norteamérica ser el autor del hecho que apagó la vida a Gómez, quien era madre de dos niños, de 3 y 1 año.
Los detectives del condado de Hall sospechan que el incidente probablemente ocurrió en la casa de Krueger ubicada en Duluth (estado estadounidense de Minnesota) y contactaron a los detectives de homicidios de la policía de Gwinnett el 3 de agosto.
El sospecho fue transportado a la cárcel del condado de Gwinnett y acusado de homicidio grave y asalto agravado.
El 22 de agosto de 2021 la bailarina, viajo a los Estados Unidos para cumplir su anhelo: dar un mejor porvenir a su madre y a sus dos hijos. Viajó con visa de turista.
La campeona de danza y ballet por Guayas, en 2017, por 11 meses, se radicó en Chicago (Illinois) y trabajó como mesera en un restaurante. También ayudaba a su padrino en una carreta de comidas rápidas. Sin embargo, el pasado 10 de junio Sarai decidió buscar nuevos rumbos y mejores ingresos económicos, por lo que se trasladó a Atlanta.
Su madre, Gardenia Gómez, espera en los próximos días poder repatrias el cuerpo de su Campeona, como solía llamar a la menor de sus dos hijos.
Un día antes de su desaparición la chica le contó por teléfono que discutió con una rusa porque no era el trabajo que le habían prometido. "Era para hacerles compañía a los hombres. Mi hija estaba molesta y le dijo a su jefa que la iba a demandar. Le dije que tenga cuidado. Yo sentía cierto recelo, algo me daba mala espina”, recordó llorando la progenitora.