Llenaron Quito con sus banderas, camisetas, afiches y eslóganes y ahora algunos de ellos dicen que todo les salió barato. Casi gratis. Así se presentan, en resumen, los gastos de campaña de los 12 candidatos a la alcaldía de la capital durante la última campaña electoral.

Pero todo tuvo un costo, aunque no esté en el papel. Por eso, la Fundación Ciudadanía y Desarrollo  (FCD) publicó un informe en el que se recopilan las cifras de los gastos de las seccionales de febrero pasado (ver infografía). EXTRA analizó con expertos estos datos entregados por las mismas organizaciones políticas.

Si bien el Fondo de Promoción Electoral que destina el Consejo Nacional Electoral (CNE) para las organizaciones políticas no es entregado en efectivo, sino mediante las pautas en medios de comunicación, sí hay dinero de aportantes privados y eso también hay que reportarlo.

En el informe llama la atención la diferencia en los gastos. Por ejemplo, María José Carrión reporta que su campaña no le costó ni un solo centavo. “Una campaña electoral incluye la producción de material audiovisual, flyers (volantes), asesoramiento de imagen, fotografía, entre otros. Nadie trabaja gratis. Llama la atención que hayan existido candidaturas que reportan cero ingresos y cero gastos”, advirtió Juan Francisco Camino, politólogo.

Natasha Rojas, por su parte, reportó que su campaña costó 2,52 dólares. “Es muy poco creíble. Esos datos fueron entregados por mero formalismo, cuidando de no pasarse del tope”, manifestó César Barthelotti, analista político.

Esto se contrapone a los 50.537 dólares que gastó Jorge Yunda, aunque haya datos que no están en los informes que entregó: en su cierre de campaña se regalaron electrodomésticos como licuadoras. “Esto es totalmente prohibido, pero sí se hizo”, explicó Marcelo Espinel, subdirector de la FCD. Los delegados del organismo no gubernamental asistieron a los cierres de campaña para documentar las incidencias.

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CIFRAS Y DELITOS

Estas inconsistencias y la falta de control pueden derivar en delitos. Para Barthelotti, podría cometerse defraudación tributaria. “El CNE debe cotejar los precios que ponen en los informes con los del mercado. Por ejemplo, camisetas o flyers”.

Eso no es todo. Las campañas políticas quedan como ventanas abiertas para el lavado de activos, según Espinel, con quien concuerdan Barthelotti y Camino, pues los aportes de menos de 10.000 dólares no necesitan de declaración de procedencia. “Esto puede suceder más en las zonas rurales, gente que incluso compra votos directamente y el dinero es de dudosa procedencia”, sostuvo Espinel.

Agrega que “no sería de sorprenderse que grupos relacionados con las organizaciones delincuenciales hayan logrado extender sus tentáculos en las organizaciones políticas”.

EXTRA se comunicó con María José Carrión y Jorge Yunda, pero ambos expostulantes no respondieron sus teléfonos. Quien sí contestó fue Jhony Tamayo, encargado de la contabilidad de la candidatura de Natasha Rojas. Él explicó que el rubro de 2,52 dólares corresponde al primer reporte. “Con eso abrimos la cuenta, quizá todavía no se refleje (lo demás) en el CNE”, comentó.

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