En un contexto de creciente inseguridad y señalamientos a la Policía Nacional, el comandante general de esta institución, general Víctor Zárate, ha pronunciado un mensaje claro y contundente a la ciudadanía y a los miembros de la institución: la lucha contra la delincuencia no admite treguas, y la corrupción dentro de las filas policiales será erradicada con todo el rigor de la ley.

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¿Qué fue lo que dijo el general Zárate?

En sus palabras, “la lucha contra la delincuencia no tiene tregua y no daremos un solo paso atrás en la defensa de la seguridad y la integridad de nuestra sociedad”. En esta, sintetiza la misión fundamental de una Policía que, según asegura no se rinde ante el avance del crimen organizado y los actos delictivos, pero también se ha visto comprometida con varios casos de supuestas extorsiones a ciudadanos. 

En este mensaje, uno de los puntos más sensibles abordados por el comandante general es la corrupción interna. Él reconoce que existen “malos elementos” que traicionan el uniforme y el juramento de servir a la patria; sin embargo, afirma que dichos individuos serán “identificados, separados y enfrentados con todo el peso de la ley”. 

El general Zárate también recalca que el uniforme policial no debe ser visto como un escudo para la impunidad, sino como un símbolo de entrega, honestidad y respeto hacia la ciudadanía. Por lo que, acorde al mensaje de Zárate difundido a través de las redes sociales en la mañana del miércoles 30 de abril, han intensificado los mecanismos de control interno.

"Fortalecemos las unidades de Asuntos Internos y la Inspectoría General para que, sin excepción, cada acto de deslealtad institucional sea erradicado con severidad", insistió el comandante y confirmó que quienes cometan delitos similares a los expuestos no tendrían espacio en la institución. 

Casos de policías investigados por delitos extorsivos

El general Zárate, al hacer referencia a los "malos elementos", habla de los dos casos de procesos seguidos a once policías en servicio activo por el delito de secuestro extorsivo. En uno de ellos, los uniformados habrían detenido la marcha de un vehículo en Gallegos Lara y Ayacucho y le solicitaron al conductor la revisión del mismo. Luego, le indicaron que debía trasladarse hasta las dependencias de la Policía Judicial, ubicadas en la avenida Rodríguez Bonín, ya que hallaron anomalías. 

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Al arribar al cuartel de la Policía Judicial, los agentes, que vestían de civil, le comunicaron que quedaría aprehendido junto con su acompañante y que, de lo contrario, debería realizar una transferencia de 4.000 dólares. Es decir, debía cancelar esta cifra para no ser puestos a órdenes de la justicia. El afectado, en una denuncia, aseguró que no se realizó el pago y luego identificó a los sospechosos. 

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