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En Playas un taxista sobrevive a doce puñaladas
Su atacante fue un delincuente que se subió al vehículo de la víctima fingiendo ser pasajero. Al intentar asaltar al conductor, este se resistió y recibió las cuchilladas.
Kléver Flores, de 30 años, da gracias Dios por estar con vida luego de ser atacado brutalmente por un hombre con un arma blanca. El taxista recibió al menos doce puñaladas el 17 de abril, cuando un falso pasajero solicitó sus servicios de transporte.
Según el relato de una hermana de la víctima, y de un informe preliminar de la Policía, el aleve ataque se registró a la altura del centro comercial de Playas, cuando el delincuente se subió al taxi de Flores en calidad de pasajero y pidió que lo lleven hacia la población de Data de Villamil, pero al llegar al kilómetro 2 de la Vía a Data, obligó al taxista a desviarse por la banda 18, que conduce a la playa. Una vez allí, puñal en mano intentó asaltar al conductor.
Al parecer, el taxista opuso resistencia, forcejeó con el pillo, quien, sin piedad, asestó la gran cantidad de puñaladas, dos de ellas de profundidad. Una fue a la altura del corazón y otra en el tórax, que le provocaron una hemorragia que manchó de sangre los asientos, compuertas y ventanas del vehículo.
Al enterarse del hecho, los compañeros del taxista lo llevaron al hospital básico de la localidad, donde permanece recuperándose, según informaron médicos.
Luego de dar auxilio a su compañero, los conductores de taxis iniciaron la búsqueda del delincuente con ayuda de la Policía.
"Es un milagro que mi hermano esté con vida después de tantas heridas y hoy lunes se sigue recuperando", dijo la hermana de Flores.
La delincuencia en General Villamil (Playas) tiene en zozobra a este cantón de Guayas. En días recientes se robaron una camioneta e intentaron llevarse otra de la zona El Pelado, pero ante la persecución de la Policía la dejaron abandonada, no sin antes golpear a su dueño. El domingo pasado se llevaron un furgón del malecón, que más tarde fue recuperado.
La Policía afirma que los operativos contra el hampa son constantes. Pese a eso, la delincuencia amenaza con crecer, señalan los transportistas.