Ninoska Vera está a punto de dar a luz, por eso llegó ansiosa, pese a caminar despacio, al centro de vacunación contra la COVID-19 establecido en el hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer del Ecuador, Solca, en el norte de Guayaquil.

Acudió con un certificado médico en el que detalla que no padece alguna enfermedad previa y que no implica un riesgo que se inmunice. “El doctor me dijo que sí me puedo poner la vacuna, que no hay ninguna contraindicación”, dijo.

La vacunación para las mujeres en estado de gestación se implementa a escala nacional, pero para ello el Ministerio de Salud diseñó un protocolo, apegado a las recomendaciones del Comité Asesor en Procesos de Inmunizaciones (CAPI), conformado por sectores como la academia, además de enviados de la Organización Mundial y de la Panamericana de la Salud.

Francisco Pérez, subsecretario nacional de vigilancia de la salud del ministerio, refiere que ninguna de las vacunas que se aplica en Ecuador causa daño a este grupo de la población.

“En el último año, alrededor de 2.000 embarazadas fallecieron con sintomatología sugerente o definitiva de COVID-19”, recalca Pérez. Por eso representan un grupo prioritario que debe recibir la inmunización.

El lineamiento estipula que las mujeres que están en primera línea de riesgo (personal sanitario, policías, etcétera) pueden vacunarse a partir de las 12 semanas de gestación. En tanto, las que ejerzan actividades que no sean de la primera línea deben hacerlo desde la semana 20 del embarazo.

En ambos casos se les exige que presenten una prescripción médica que indique que necesitan el ‘pinchazo’. Pueden acercarse a cualquier centro de vacunación, sin importar la fecha ni la hora.

PARA LAS LACTANTES

En el caso de las mujeres que están dando de lactar, Pérez comenta que pueden acercarse a recibir la vacuna sin la necesidad de una prescripción médica, pero sí deben regirse al día que les asignen, según el calendario de vacunación.

“Por el nivel de riesgo, por ejemplo, si una madre es policía y está dando de lactar, lo que implica que esté más expuesta al virus por estar en territorio, tiene que acercarse como grupo priorizado, igual que una enfermera. Y si no es así, entonces en la fecha que les toque”, detalla.

El doctor Fernando Aguinaga, presidente en Pichincha de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría, explica que a través de la leche materna se transmitan anticuerpos a los niños, por eso es importante que las mujeres en etapa de lactancia sean vacunadas.

Durante el período de gestación también es posible que se pase esa protección a la criatura. “Hay evidencias de que si se vacunan en el tercer trimestre del embarazo existen más posibilidades de pasar anticuerpos al bebé”. cita.

Aconseja que, previo a la vacuna, haya un chequeo para descartar riesgos.