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Pillos interprovinciales fueron capturados en Quito
Fueron ‘cayendo’ uno por uno. Ellos, al parecer, se reunían en la capital para organizar los delitos y salían a otras provincias a cometerlos.
“¡Suegra, déjeles que hagan su trabajo!, le gritó uno de los presuntos delincuentes a una mujer que intentaba hablar con el fiscal para que no se lo llevaran detenido. El hombre estaba sentado, en pijama, esposado.
Fue capturado en el sector Matilde Álvarez, sur de Quito, la noche del lunes. El sospechoso era investigado como miembro de una banda delictiva dedicada al robo de domicilios, vehículos y personas.
Según información de la Unidad de Investigación de Delito contra el Derecho a la Propiedad (Sidprobac), el sospechoso era conocido con el alias de Rayo y, al parecer, planificaba los asaltos y disponía las funciones al resto de la organización.
Rolando Jácome, de la Sidprobac, explicó que los implicados solían analizar el movimiento de sus víctimas días antes de cometer los delitos. “Utilizaban armas de fuego para someter y neutralizar a las personas. Luego les robaban todos sus bienes”.
El oficial añadió que la capital era el centro de operaciones de la banda y que solía atracar en las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Imbabura, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo.
Full operativos
Mientras apresaban a Rayo, cuatro allanamientos más se realizaban en otros barrios de la ciudad para capturar al resto de la banda.
En Caupicho, en el sur, varios agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) llegaron fuertemente armados a una casa de dos pisos.
Los moradores que viven cerca de ahí comenzaron a grabar con sus celulares mientras los uniformados rodeaban la entrada. En eso, dos niños salieron y les abrieron la puerta a los agentes.
En este lugar capturaron a un sujeto y encontraron varios equipos electrónicos de los que no supo justificar su procedencia. Los vecinos que veían asombrados el operativo comentaron que en esa casa vive una familia oriunda de Guaranda y que la dueña murió hace poco.
Las otras intervenciones se realizaron en los sectores de Las Cuadras, La Argelia y La Libertad. Ahí se ubicó al resto de la banda, entre ellos dos mujeres, quienes tenían abierta una investigación por otros delitos.
Tenían todo planificado para delinquir
La Policía Judicial informó que todos los integrantes de la organización cumplían roles y funciones específicas. Unos eran quienes perfilaban a las víctimas, otros hacían de ‘campaneros’ y el resto se encargaba de someter a la gente y llevarse los bienes de los domicilios.
Los agentes siguieron la pista de los sujetos durante seis meses. En ese tiempo, recopilaron todas las grabaciones que captaron su forma de operar.