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El presunto femicidio ocurrió en la comunidad de Pamatug del cantón Pelileo.YIE

Con pico de botella habría asesinado a su conviviente

Cadáver de la mujer fue hallado afuera de su casa en Pelileo. Sospechoso de femicidio está desaparecido

La vida de Cristina Marcalla, de 64 años, fue cegada por la persona a quien ella apostó entregarse al amor. Fueron ocho años de convivencia que no tuvo el mejor desenlace. Ella fue asesinada con golpes y heridas causadas, al parecer, con un pico de botella en su cabeza y rostro.

Este primer femicidio registrado en Tungurahua ocurrió el miércoles 7 de abril, en el caserío Pamatug del cantón Pelileo.

Rocío Zambrano era una de sus amigas, incluso, Cristina arrendaba en la casa de un pariente. Recordó que la pareja que tenía era un mal bebedor y que siempre llegaba borracho a causarle problemas. La última vez que compartieron juntos fue en diciembre en una reunión de la comunidad. “Ahí ese hombre le exigía que le comprara trago. Ella era una excelente persona. Es imperdonable que haya puesto fin a su vida, como si fuera Dios “, rechazó Rocío.

En el sitio donde ocurrió el crimen los vecinos mencionaron que escucharon gritos, pero que jamás imaginaron que terminaría en muerte. Fueron unos agricultores que iban a darle de comer a sus animales que se encontraron con el cuerpo de la mujer en la calle, cerca de la acera de la casa donde vivió por cerca de 25 años.

En Pamatug están conmocionados por el homicidio de la vecina, que conocían porque era la que vendía salchipapas en las afueras del plantel educativo.

El coronel Doriam Balladares, jefe encargado de la Subzona de Policía en Tungurahua, lamentó la muerte de la mujer y manifestó que el sospechoso, Emilio Peñafiel, era la pareja de hace ocho años y que ahora está desaparecido.

Añadió que están unidos en campañas con varias organizaciones sociales para disminuir los casos de violencia intrafamilair y evitar que terminen en femicidios. (YIE