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Pichincha impulsa su propuesta turística para este feriado
Diez destinos se destacan en la provincia por su oferta de paisajes naturales, gastronomía y emprendimientos. Entre ellos, la reserva del Chocó Andino.
La pandemia le significó al país un decrecimiento del 34 %, aunque esta cifra podría ser mayor debido a la informalidad del sector. En la que sobre todo mujeres, jóvenes y migrantes fueron los más afectados.
Ante esto, la provincia de Pichincha busca renacer a través del turismo, sobre todo porque posee uno de los mayores territorios de biosfera del país: el Chocó Andino.
Esta reserva tiene una extensión total de 286.805 hectáreas y se extiende en tres cantones: Quito, Pedro Vicente Maldonado y San Miguel de los Bancos. Allí habitan 140 especies de anfibios y más de 270 especies de mamíferos, incluyendo el oso de anteojos y el puma. Aunque son especies que según los lugareños “hay que tener suerte para encontrárselas”.
Un impulso
La Prefectura de Pichincha implementó el programa Destinos de Colores, con el objetivo de impulsar a los territorios en el desarrollo turístico. Esto luego de la firma de convenios con los gobiernos parroquiales de Pacto, Pomasqui, Píntag, Calacalí, Aloasí, Puéllaro, Cangahua, El Quinche y Guayllabamba.
Aunque no todos son parte del Chocó Andino, los destinos se eligieron, según Paola Pabón, prefecta de la provincia, por la facilidad de transporte y acceso a internet; algunos han sido declarados patrimonio; atractivos naturales y sobre todo que tengan infraestructura turística.
Cerquita de la capital
Los atractivos del noroccidente empiezan en la ciudad Mitad del Mundo.
Aunque ya en Pomasqui, donde el frío empieza a desaparecer, se pueden hallar emprendimientos únicos que tienen como materia prima el agave, una planta ancestral cuyos usos estuvieron a punto de desaparecer.
Un lugareño tomó la posta de los indígenas de la zona para crear una especie de laboratorio que ya ha tenido premiaciones internacionales.
Unos cuantos minutos más al norte está la parroquia de Calacalí, donde se puede visitar la casa de la cantante Carlota Jaramillo, una de las mayores exponentes del pasillo ecuatoriano.
En el corazón del Chocó
Recorriendo su interior se puede encontrar 3.200 especies de plantas, es decir, el 15 % de todas las especies de plantas del Ecuador.
Dentro de esta zona existen otros proyectos como el Corredor del Oso Andino, al que pertenecen varias propiedades privadas comprometidas en la conservación de las especies.
Teolinda Calle, propietaria del mirador Los Armadillos, comentó que ellos consiguieron que el corredor de 65.000 hectáreas sea considerado como un área protegida. “Como un plan de conservación está el turismo, pero no ofrecemos bares ni piscinas, sino la experiencia de contactarse respetuosamente con las especies”, explicó.
Solo en ese paradero se pueden observar al menos 25 especies de colibríes. Queda a una hora de Quito.
Pero también hay espacio para la ancestralidad, que se expresa en el legado de los Yumbos, con 320 sitios arqueológicos y sus ruinas místicas de Tulipe, desde ellas en sus espejos de agua se miran y estudian las estrellas y los astros.
De allí, un ‘chapuzón’ en el río Mashpi no queda mal luego de hacer senderismo por el bosque subtropical de la parroquia de Pacto.