Manuel Laynes dejó escrito en una libreta que tenía el anhelo de ponerse un negocio junto a su novia Lisien León, este año en su tierra natal, Lima, Perú.

Sin embargo, este sueño no se podrá cumplir porque ambos murieron en un trágico accidente de tránsito en Ecuador.

El siniestro sucedió el 2 de febrero en la vía Ayampe - Puerto López, en la provincia de Manabí. Los ingenieros electricistas murieron luego de que el bus en el que viajaban se impactara contra un camión. De este, fallecieron el conductor y su acompañante, un adolescente de 13 años.

El chofer del bus fue detenido mientras intentaba huir y se dictó prisión preventiva en su contra por el delito de “muerte causada por el conductor en estado de embriaguez”, según informó la Fiscalía. El viernes 3 de marzo culminó la instrucción fiscal del caso y los familiares de las víctimas esperan que el sospechoso no quede en libertad y que pague con el mayor peso de la ley.

Dolor y justicia

Para los allegados de los extranjeros fue un martirio conocer del hecho y llevar sus cuerpos a Perú para enterrarlos.

Desde allá, Milagros Laynes, hermana mayor de Manuel, cuenta que él y su pareja viajaron al sur de Ecuador el 29 de enero para hacer un tour por la zona costera.

Todo iba bien hasta cuando ella tuvo una corazonada porque su ñaño y cuñada dejaron de comunicarse por WhatsApp. La última conexión de ambos fue a las 18:00 del jueves 2 de febrero. Pensaba que era la señal del sector, pero pasaron las horas y no había respuesta.

La mujer entró a la computadora de Manuel y accedió a su perfil, en el que vio que tenían planificado llegar a Quito para tomar un vuelo rumbo a Guayaquil y empezar la travesía de regreso a casa. Sin embargo, tras varias averiguaciones, la pareja no había tomado el vuelo en la capital.

El pánico se apoderó de los parientes de la pareja. Vicente León, padre de Lisien, recuerda que el 3 de febrero su hija tenía una reunión virtual para celebrar el cumpleaños de uno de sus compañeros de trabajo, pero este le dijo que no se había conectado.

Entonces, Milagros, Vicente y otros familiares viajaron a Guayaquil para conocer más de sus seres queridos. Mientras lo hacían, los amigos de los jóvenes que viven en dicha ciudad averiguaron que hubo un accidente en la vía Ayampe - Puerto López y que producto del mismo había dos cuerpos sin identificar en la morgue.

Milagros reconoció el rostro de su ñaño menor, quien no tenía muchos golpes, pero había perdido uno de sus brazos. Mientras tanto, Vicente supo que la otra víctima era su hija por el arreglo de uñas que llevaba y su contextura delgada.

Aspecto legal

Ambos aseguran que fue una odisea repatriar los cadáveres, porque el día que quisieron hacerlo hubo elecciones en Ecuador, las huellas dactilares de los fallecidos no cotejaban con la información oficial y todavía no podían asumir bien la noticia.

Jhoanna Orbe, abogada de las víctimas, explica que pese a que el conductor del bus está en prisión y es indagado porque habría provocado la muerte de las cuatro personas, teme que haya dinero de por medio que lo ‘convierta’ en inocente.

“Hay la posibilidad de que los peritajes se reviertan y eso anule la responsabilidad del conductor”, señala.

Sin embargo, la jurista afirma que existen elementos suficientes para demostrar su culpabilidad: el video en el que se ve al chofer del bus negarse a hacerse la prueba de alcoholemia, el reconocimiento del lugar de los hechos, la verificación del estado mecánico de los vehículos, entre otros.

“Tras la dinámica de cómo se produjo el siniestro, la trayectoria y posición final de los vehículos, creemos que el conductor sería responsable”.

Milagros añade que si el fallo resulta a favor del implicado, ellos buscarán una alternativa legal para demandar al Estado ecuatoriano, “por tanta negligencia y falta de empatía por los nuestros”.