Cuatro presuntos delincuentes que serían parte de una banda organizada se metieron con la persona equivocada.

Le escopolaminaron y le robaron a Franklin García, un perito informático quiteño que ahora les ‘pisa los talones’ para atraparlos y entregarlos con las autoridades.

García recuerda que, la tarde del 24 de enero, mientras almorzaba en un restaurante de la Real Audiencia, en el norte de Quito, una joven que se acercó a su mesa supuestamente le puso un tipo de droga a su comida cuando se fue al baño.

El hombre despertó dos días después en una casa de salud con varias sondas pegadas a su cuerpo. Los médicos le dijeron que por poco muere de una sobredosis química.

García fue a su departamento y este estaba desordenado. Faltaba dinero, objetos y algunos equipos electrónicos, entre esos dos computadoras y un dron del instituto forense en el que trabaja.

Investigación

Aturdido y cansado por la sustancia que todavía permanecía en su cuerpo, García fue a la Fiscalía a denunciar el hecho y se puso ‘manos a la obra’, junto a sus compañeros de trabajo, para dar con el paradero de los responsables y desde esa fecha, hasta la mañana de ayer, obtuvieron algunos resultados.

Primero identificaron, mediante las grabaciones de las cámaras de seguridad, que eran dos mujeres y dos hombres los que se metieron a su ‘depar’ para robarle. Luego reconoció a la chica que presuntamente lo drogó mediante las huellas que levantaron en algunos objetos que ella habría topado. “La encontramos en TikTok”.

Según el afectado, determinaron que la delincuente tiene 24 años, vive en Guayaquil, sus padres están radicados en España y se dedicaría a este tipo de atracos en las zonas rosas de dicha localidad y de otras provincias.

Sus compinches también fueron identificados y, según García, tienen historial delictivo por robo y asociación ilícita; y viven en el norte de Quito.

Contexto legal

García espera que desde la Fiscalía le designen a un agente investigador para su caso para poder entregar la información y atrapar a sus agresores.

Ante esto, un fiscal de Pichincha, quien mantuvo su nombre en reserva, dijo que las indagaciones particulares de las víctimas de un delito ayudan en gran medida porque estas “pueden aportar dentro del proceso penal para coadyuvar en la investigación y posible captura de los sospechosos”.

El funcionario explicó que la información recabada por el afectado debe entregársela a un agente de la Policía Judicial para que este realice un informe al fiscal del caso en el que deben constar todas las evidencias recabadas.

“La autoridad puede solicitar la detención con fines investigativos de la principal sospechosa por 24 horas”. Luego de eso se puede armar un operativo para ubicar al resto de la banda y las cosas robadas.

Otro caso 

Una familia que regresaba a su casa, en el norte de la capital, luego del feriado, encontró la puerta abierta y todo estaba en desorden.

Delincuentes se llevaron lo que pudieron. Según los afectados, faltaban 50.000 dólares en joyas, tres maletas de ropa y 12 botellas de whisky.

Por si fuera poco, los choros se robaron el equipo donde se almacenan las grabaciones de las cámaras de seguridad. La Policía investiga el hecho.