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Drama

Yulissa dice que es una mujer de fe, pero reconoce que en ocasiones no tiene fuerzas.Amelia Andrade /EXTRA

Paúl Andrés necesita un trasplante de hígado urgente

Tiene un añito, y como buen guerrero lucha por su vida, a pesar de padecer de cirrosis, afección con la cual nació. Estuvo a punto de ser intubado, tuvo neumonía y otras complicaciones. Una operación salvaría su vida. 

Paúl Andrés Guerrero tiene un año de vida y en este lapso ha tenido un sinnúmero de entradas y salidas en hospitales. Su primer año, el 4 de septiembre pasado, no lo celebró con su familia ni con torta, lo hizo entre enfermeras y doctores, la pasó entre chequeos del hospital Roberto Gilbert, en Guayaquil.

Al mes y medio de la existencia de Paúl empezó la ‘prueba’ de Yulissa Labre y Francisco Guerrero, padres del menor de edad, quien ha sido diagnosticado con cirrosis y, según las últimas evaluaciones, su hígado no funciona y requiere de un trasplante urgente. Al parecer, el pequeño nació con este problema.

Cinco especialistas lo han revisado, desde nutricionista, infectólogo, alergólogo, gastroenterólogo, hepatólogo y neurólogo.

A su madre le ha tocado ver el cambio de color de su piel, debido a su afección y otras complicaciones por su problema hepático.

La barriga del pequeño se hincha y hace que le cueste respirar.Cortesía

“Lo he visto amarillito y hasta medio verdoso. Orinaba oscuro; su estómago se llena de líquido y la barriga se le hace como un balón, eso a ratos no lo deja respirar y por eso requiere de oxígeno. Ha pasado por neumonía, infecciones virales, ha presentado anemia, por eso se le ha hecho una transfusión de sangre”, narra angustiada Yulissa.

De susto en susto

En agosto pasado, Yulissa, de 24 años, pasó tremendo susto. Su niño tuvo una severa crisis y casi lo intuban.

“Un doctor me dijo que tengo que esperar hasta que él se muera, que después hará la popó con sangre. Yo lo que hice fue arrodillarme y pedirle a Dios que no me lo intuben, gracias al Todopoderoso no pasó a mayores, pero ese día no dormí, reconozco que tuve miedo de cerrar mis ojos y que él no tuviera signos vitales”.

La joven madre cuenta que en otra ocasión los médicos estaban preocupados, pues la sangre de él se coagulaba rápido. “Le sacaban sangre y esta no servía, pues se coagulaba inmediatamente. Le volví a clamar al Creador y Él me volvió a ayudar, le quitaron el oxígeno y lo mandaron a sala”.

Por las diversas hinchazones que ha sufrido, se le han realizado punciones abdominales para drenar el líquido.

Desde el mes y medio de nacido, Paúl ha tenido varios ingresos a hospitales.Cortesía

Bingos y maratón

Yulissa no puede trabajar, es más, tuvo que abandonar sus estudios de Agronomía para cuidar a Paúl. Ella cuenta que el padre de su niño la apoya con los gastos, pero el sueldo que percibe como trabajador en una bananera no le alcanza. Asimismo, sus abuelos maternos le apoyan con lo que sacan del vivero que tienen en Milagro, donde residen.

Por eso han logrado reunir fondos con bingos, rifas y maratón solidaria. El trasplante de hígado tiene un valor de 80.000 a 100.000 dólares, un monto que está fuera de su alcance. Es más, la intervención la realizan en Colombia, Chile, España o Argentina.

Yulissa sabe que su prueba es dura, pero recuerda que su niño no en vano tiene el apellido Guerrero y nació en Milagro. Su fe está puesta en Dios, quien la ha socorrido en incontables ocasiones y afirma que esta no será la excepción.