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Una 'patita' por Delia, la perrita que fue abandonada en la basura
Pese a que su recuperación avanza con satisfacción, quienes la cuidan actualmente necesitan de ayuda.
Delia tiene el ímpetu de quien ya se sabe libre. La perrita schnauzer se recupera desde hace un mes en una clínica veterinaria del norte de Quito.
No se sabe con exactitud qué edad tiene, pero sí el tiempo que le falta para caminar bien: al menos un mes más. Quiere saltarse de la mesa de procedimientos, y sus cuidadores deben vigilarla todo el tiempo para que su pata no se lastime de nuevo.
Cristina Calderón, representante de la Fundación Camino a Casa, relató que dos mujeres que laboran como recicladoras fueron las que la llamaron para que las ayudara.
Habían encontrado a Delia en un contenedor de basura en La Mariscal, norte de Quito. Escucharon que lloraba. En la oscuridad solo se veían dos ojos brillantes que pedían ayuda. Alguien la había tirado allí.
“Es imposible que ella se haya metido al contenedor, si es pequeña”, increpa Cristina.
El rescate
Tras revisar el contenedor, salvaron a Delia. Tenían temor de ser atacados, pues generalmente los canes hallados en estas circunstancias se ponen a la defensiva. “Pero ella estuvo mansa todo el tiempo”, agregó Calderón.
La fundación llevó a la mascota a una clínica para que la revisaran. Allí vieron que su pata trasera derecha tenía una enorme herida y que ya estaba infectada.
De hecho, en las sesiones de limpieza de la herida tuvieron que sedarla porque no soportaba el dolor. También le encontraron una vieja fractura en la misma extremidad.
Además, estaba desnutrida y sucia. La bañaron, alimentaron y le han dado el cariño que tanta falta le ha hecho.
Abandonos constantes
Esta no es la primera vez que se presenta un caso así. La Fundación Camino a Casa recibe decenas de mensajes a diario, pero los recursos no alcanzan para rescatar a todos. En el tratamiento de Delia, por ejemplo, se necesitan por lo menos unos 1.000 dólares más.
“Ya vimos que pudimos salvar su patita de la infección, ahora hay que corregir la fractura”, comenta Calderón.
Este fenómeno ha aumentado exponencialmente con la pandemia por la COVID-19, pues las familias dejaron de percibir ingresos y las mascotas no son una prioridad en el apretado presupuesto.
“También hay gente que ha sido echada de sus casas porque no tienen para pagar y los perros van a la calle con ellos”, explica.
Pero también están los que adquieren perros por novelería y que luego de pocos meses ven la responsabilidad de tener una mascota y los abandonan. “Ni los de raza se salvan”, afirma.
Quienes deseen apoyar a la fundación pueden acercarse a la clínica Animal Solutions, en las avenidas Shyris y 6 de Diciembre, norte de Quito. Allí están hospitalizados Delia y otros canes que fueron rescatados por la Fundación Camino a Casa. También puede escribir al correo: caminoacasa2011@hotmail.com para conocer más detalles de cómo ayudar.