“Solo estamos abastecidos hasta para una semana máximo. Si el paro se alarga, no habrá qué vender”, expresó Rosario Pérez, propietaria de una tienda de abarrotes en la avenida Bolivariana, cerca al redondel que une al Mercado Mayorista, en Ambato, provincia de Tungurahua.

A las 10:00 del domingo 19 de junio, la gente estaba haciendo fila para abastecerse de productos básicos, entre ellos la cubeta de huevos, queso, leche. “Hay que estar comiendo huevos y papas, ya que es lo que no se puede dañar con prontitud”, dijo Marisela Freire quien acudió con tres de sus amigas a buscar donde comprar, ya que la mayoría de las tiendas están desabastecidas o cerradas, sostuvo.

Con la paralización, que en Tungurahua empezó desde el miércoles 15 de junio, ya empieza a sentirse el desabastecimiento en especial de productos lácteos: como queso, leche, yogures; embutidos. Frutos de la Costa hay solo en determinados lugares, pero empiezan a dañarse; y en lo relacionado a mariscos, ya hace una semana que no llegan los proveedores.

En lo relacionado a verduras y legumbres solo quienes tienen sus huertos en las zonas urbanas pueden sacar y vender la poca producción en las esquinas de las calles, pero igual con temor a que les saqueen.

Ese miedo experimentó María Varela, de 66 años de edad, quien ayer vendió con mucho cuidado habas, mellocos, moras y fresas. “Si pasa mucho tiempo en las matas se pudren y debo vender para tener algún dinerito en casa”, dijo al adulta mayor.

Mientras que Juan Vega caminó hora y media desde Totoras hasta el redondel del Mercado Mayorista para conseguir una torta para celebrar a su papá y las hierbas para sus cuyes.

Con los cierres de las vías y calles en Ambato y Tungurahua las pérdidas aumentan cada día. Para Javier Corrales, presidente de la Unión de Productores de Huevos, en Tungurahua, Chimborazo y Cotopaxi sale la mayor producción de huevos para el país, y por la falta de movilidad están en peligro de morir 15 millones de aves, porque no les llegan los alimentos.

Mientras que Mauro Guzmán, director ejecutivo del Centro Agrícola de Ambato, lamentó que alrededor de 400 mil litros de leche se están botando en las comunidades porque no pueden ser llevados a los centros de acopio. Eso representa una pérdida de un millón de dólares aproximadamente, sostuvo.

Mencionó que como la leche no está llegando a las plantas para el almacenamiento, en las comunidades las están botando en el campo. “En un país con desnutrición y falta de empleo, nos damos ese lujo de desperdiciar la comida y evitar que se generen fuentes de trabajo”, expresó Guzmán.