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“¡Papito, ayúdame!”, suplicó niño de 6 años fallecido en un incendio en el suburbio de Guayaquil
El humo y el fuego que contaminaron su casa no le permitieron al padre ingresar para salvarlo. El menor de edad se refugió detrás de un armario.
Las últimas palabras del menor de sus cuatro hijos retumban en la mente y estrujan el corazón de Agustín Panchana: “Papito, ayúdame”, le suplicaba Evans, mientras el humo que envolvía su habitación no le permitía respirar y finalmente le causó la muerte.
El niño, de seis años, falleció la noche del martes en el incendio que consumió su domicilio y dejó a sus familiares sumidos en la tristeza y solo con la ropa que llevaban puesta. El siniestro ocurrió en las calles 43 y D, en el suroeste de Guayaquil.
Entre lágrimas, el hombre recordó la desesperación que sintió cuando vio la casa de la madre de sus hijos envuelta en llamas y a su pequeño atrapado por el fuego.
“Vivo a una cuadra y apenas me avisaron del incendio corrí a la casa donde habitan mis familiares. Mis hijos mayores y su madre pudieron salir porque se encontraban en la sala, pero el más pequeñito se había acostado a dormir y estaba en su dormitorio, ya había terminado sus tareas escolares”, narró Agustín.
En su desesperación por salvar la vida de Evans, el padre ingresó al inmueble y trató de avanzar hasta el cuarto, pero la oscuridad, el humo y el fuego impidieron su afán por auxiliarlo.
“No había luz, todo estaba oscuro y no podía avanzar. El espacio donde viven mis hijos queda al fondo de la casa. Ni siquiera los bomberos pudieron pasar. Escuchaba a mi hijo pedir ayuda, pero no pude hacer nada. Ingresé cuando ya los vecinos y los socorristas habían apagado las llamas. Mi hijito estaba detrás del armario, como escondido, parece que trató de protegerse”.
Se apagó el sueño
Evans cursaba el segundo año de básica en una escuela cercana a su casa. Su padre indicó que por la pandemia y por la falta de recursos económicos, lo matricularon recién en este período lectivo. “Los dos años anteriores lo preparamos en casa. En la escuela le hicieron las pruebas y lo aceptaron porque sabía leer y escribir. Soñaba con ser policía y proteger a su familia, pero no lo pudimos salvar de esta desgracia”.
Ayuda
Se quemaron hasta los libros
La familia Panchana García lo perdió todo, incluso los útiles escolares con los que estudiaban sus hijos y los uniformes.
Conmovidos por la tragedia, ayer sus vecinos trataron de extenderles la mano y les colaboraron con alimentos y prendas de vestir.
Quienes deseen ayudarlos pueden contactarse al celular 099-759-2410.