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El pequeño oso muestra su agresividad por momentos, algo normal pues no está en su hábitat.Extra

Un veterinario ecuatoriano se disfraza para cuidar a un pequeño oso andino en Latacunga

El pequeño oso andino fue encontrado solo, en una vivienda abandonada. Se cree que habría extraviado de su mamá

El traje pesa y hace sudar que da miedo, pero es necesario. Y es que los 3,5 kilos de la indumentaria elaborada en tela peluche y manchada con un poco de heces de oso convierten a Marco Velástegui en ‘papá oso’, el médico veterinario encargado del cuidado y la alimentación de un pequeño osezno que hace un mes fue hallado solo y asustado en una casa abandonada.

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La interrelación entre el animalito silvestre y Velástegui, o mejor dicho entre el osito de unos 4 meses de edad y ‘papá oso’, ocurre en una pequeña habitación de 4 metros de ancho por 4 de largo, en el hospital veterinario Planeta Vida, en Latacunga, provincia de Cotopaxi.

El cuarto está casi vacío. Ahí tiene como sustrato -lugar que sirve de asiento o cama a una planta o un animal- una capa de heno en el piso. En las paredes han sido colocados puentes y estructuras de madera que el osezno puede usar para trepar y movilizarse entre estos.

Marco se demora unos 4 minutos en el proceso de ‘convertirse’ en un oso.Extra

En ese espacio del hospital veterinario, el pequeño oso andino rescatado en Archidona, provincia de Napo, pasa por un proceso de recuperación. Allí es tratado aplicando estrategias para que el animalito no vea a los humanos como benefactores, es decir, se trata de minimizar en lo posible la intervención del hombre en su desarrollo.

Bloqueo con heces

Cuando fue hallado hace un mes, el osezno tenía varias semanas de estar solo y se había refugiado en una vivienda abandonada, según la denuncia presentada por un ciudadano que alertó a funcionarios del Ministerio de Ambiente.

Desde ese momento inició un reto para el veterinario Marco Velástegui, quien desde el primer día que llego el osito, al que aún no le han puesto un nombre, es el encargado de cuidarlo.

Para realizar este trabajo, él utiliza el traje elaborado en tela peluche y en forma de oso, con la finalidad de que el osezno no se acostumbre a la presencia de humanos y pueda sobrevivir en la naturaleza una vez que sea liberado. “Sí, es muy caluroso y está manchado de heces del oso, que de alguna manera bloquean un poco los olores del ser humano”, explica el médico mientras se coloca manos, pies, la parte inferior del traje.

Han pasado unos 4 minutos y entonces, hace una pausa, toma aire y listo, se coloca la parte de la cabeza y ahora ya es un oso. Está listo para poder alimentar o realizar las revisiones médicas al osezno. El traje, elaborado con tela peluche, tiene similitud a la forma de un oso andino, es de propiedad del hospital veterinario y hasta ahora ha permitido que el cachorro se “familiarice” con el doctor.

Este es el oso andino que requiere atención veterinaria especial.Extra

Este cuidado, le cuenta Velástegui a EXTRA, “son pequeñas cosas que podemos hacer y que en realidad servirá para que no se domestique, porque un animal silvestre se desarrolla mejor en la naturaleza”. Se calcula que el osezno tiene unos cuatro meses de edad, es uno de los especímenes más pequeños que han sido rescatados por ellos.

Este es el segundo caso de cachorro de oso que tratan en este hospital. Al primero lo llamaron Pinocho y fue hace 10 años; lo rescataron en La Maná, provincia de Cotopaxi, estaba domesticado y fue encontrado en pésimas condiciones de salud. Sin embargo, por su cercanía a la presencia de humanos, cuando fue dado de alto no pudo ser liberado y en la actualidad vive en un zoológico en Estados Unidos.

Proceso de rehabilitación

Al ingresar al cuarto, el equipo de EXTRA se aleja, las fotos de registro deben hacerse de manera rápida, para no inquietar al animal.

Entre la limpieza de la habitación, el cambio de sustrato (heno) y dejar la comida a ‘osito’, como lo llaman hasta encontrarle un buen nombre, se demora unos diez minutos. El animalito recibe varios tipos de frutas, bromelias, esporádicamente se le da huevo, entre otros productos. Diariamente gastan seis dólares en la alimentación.

El equipo del hospital aún no ha determinado la causa exacta que llevó al osezno a separarse de su madre. Sin embargo, el doctor Diego Medina, director del Hospital Planeta Vida, menciona varios factores que están afectando a la fauna silvestre en la región, incluidos los ataques de perros domésticos y la expansión de las zonas agrícolas. “Hemos observado cómo los perros, incluso aquellos que tienen dueño, forman jaurías y atacan a los animales silvestres, separando a los cachorros de sus madres”, detalla.

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Agrega que a pesar de que el osito no estaba en condiciones críticas, su caso ha levantado una fuerte preocupación sobre el desplazamiento de fauna silvestre por la expansión de la frontera agrícola.

“El osito llegó con un cuadro ligero de deshidratación”, explica Medina, al tiempo que señala que actualmente el osito se encuentra estable y ha mostrado una notable mejoría. “Ahora come mucho más y está más activo. Está desarrollando las habilidades que necesita para sobrevivir en su hábitat natural. Ojalá podamos regresarlo pronto a donde pertenece”.

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