Luego de lograr la despenalización de la eutanasia en Ecuador, falleció el 11 de marzo Paola Roldán, quien estuvo postrada más de tres años y sobreviviendo por un respirador artificial.

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Su enfermedad, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), le fue diagnosticada en agosto de 2020. Debido a esto solicitó a la Corte Constitucional que se le reconozca su derecho a una muerte digna. El proceso tomó cinco meses.

Finalmente, el 7 de febrero, la entidad emitió una sentencia favorable para Roldán, en su veredicto consideraba “que el supuesto planteado se relaciona con los derechos a la vida digna y al libre desarrollo de la personalidad (autonomía), por lo que, tras efectuar un examen concluye que la vida admite excepciones a su inviolabilidad cuando busca proteger otros derechos”.

Roldán tenía el 95 % de discapacidad, solo podía mover los músculos de la cara y los ojos. Por ello, necesitaba asistencia todo el tiempo.

También sufría de atragantamientos, pues cada día su capacidad de deglutir se deterioraba. Su alimentación ya era con sueros, pues su cuerpo ya no toleraba la comida intravenosa.

Hasta el final

A pesar de los intensos dolores, Paola decidió luchar hasta el final, por lo que emprendió un proyecto de ayuda para pacientes con ELA.

Convocó a través de sus redes sociales a quienes, como ella, padecen de la enfermedad. “Ayúdenme a sacarlos a la luz y darles, aunque sea, un acompañamiento digno, que para mí ha sido fundamental”, dijo en una publicación.

Por ello, en el marco del Día de la Mujer, Roldán fue reconocida por varias entidades a nivel nacional. En su último post en X se refirió a ello: “Ninguno de estos méritos me corresponde a mí sola. Además de tener un gran equipo detrás, vengo de una madre quien antes de que existiera el término feminista, ella ya lo era...”.

También mencionó que cuando quiso ser reconocida por su trabajo no lo logró. “Es gracioso para mí que cuando quise ser reconocida por mis méritos laborales, llegó en pequeñas gotas, nunca a este nivel. Y ahora que ya no me interesa, romper mi burbuja de anonimato ha sido difícil...”, publicó.

Finalmente, dijo que su mayor anhelo era dejarle a su hijo un mundo más solidario, compasivo, amoroso y colaborativo. “Lo seguiré intentando hasta mi último aliento”, recalcó.

CONTRA MUCHOS

Su lucha le significó no solo el apoyo sino también la crítica, sobre todo de grupos denominados provida, que incluso recusaron a las juezas Daniela Salazar y Carla Andrade, durante el proceso en la Corte Constitucional, pues las acusaron de mantener una amistad con uno de los abogados de Roldán. El presidente de la Corte no admitió el recurso.

El legado para su hijo

Paola ha comprado 40 regalos para que le entreguen, año a año, a su hijo en los siguientes cumpleaños y en momentos especiales de su vida, como cuando saque su licencia de conducir o como lo denominó “un momento espiritual”.

También hizo una cápsula del tiempo, así como una caja con sus primeros recuerdos. Con cada uno de los detalles ha dejado una nota con ayuda de una familiar que creó una tipografía basada en el diario de su primer viaje a Asia.

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