Una de las medidas para enfrentar la crisis carcelaria en el país será adecuar o construir pabellones en las prisiones. Estos espacios serían destinados solo para los líderes de las bandas criminales.

Así lo dijo Fausto Cobo, director del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI), en una rueda de prensa realizada en la Presidencia de la República.

El funcionario presentó, la mañana de ayer, un plan de reestructuración para el sistema penitenciario junto a Bernarda Ordóñez, secretaria de Derechos Humanos, y la ministra de Gobierno, Alexandra Vela.

Cobo indicó que durante un recorrido por las distintas cárceles del país se encontró con una situación “precaria, caótica, peligrosa y anárquica”.

Añadió que el sistema carcelario no tenía debilidades, sino vulnerabilidades. Y una de ellas, aclaró, era permitir que los líderes de las organizaciones delictivas estén dispersos entre la población de reos.

Para solucionar esto se pretende adaptar espacios en los centros para crear un pabellón de máxima seguridad en el que estén los internos más peligrosos y “quienes tengan contacto con las organizaciones transnacionales que intentan tomar el poder del narcotráfico”.

En la cárcel de Cotopaxi, por ejemplo, reos dijeron a Diario EXTRA que deberían trasladar a tres cabecillas de bandas delictivas, quienes, al parecer, están tramando un nuevo motín la próxima semana. Ante esto, el director dijo que el centro fue reforzado con presencia policial en el interior de los pabellones.

Además, reconoció que en esta cárcel ha habido una falencia en la inteligencia penitenciaria y que se está puliendo.

Inversión millonaria

El Gobierno destinará 75 millones de dólares para arreglar los problemas que tiene el sistema carcelario, principalmente para recuperar la infraestructura y preparación del talento humano.

Ordóñez, en cambio, indicó que el principal objetivo es velar por la seguridad de los privados de libertad.

Por eso, los primeros seis meses se buscará reconstruir los espacios que fueron destrozados durante los amotinamientos de 2021. Luego se mejorará la tecnología de los centros para evitar otras rebeliones. Esto como una primera etapa para solventar la situación en el interior.

Después de un año se pretende tomar el control de las cárceles “para recuperar el orden y la ley”, según Cobo.

En esta etapa se espera que el próximo año se gradúen 1.000 guías penitenciarios con apoyo de las Fuerzas Armadas. El director comentó que no se trata de un tema cuantitativo, sino cualitativo. “No es lo mismo alguien formado con armas que otro que no lo sea”.

También se solucionará el hacinamiento que actualmente asciende a 10 mil presos.

Por último, el SNAI hará un convenio con las Fuerzas Armadas y la ESPE para seleccionar a personal que realiza el servicio militar voluntario y que colabore con la seguridad de los recintos carcelarios.