Dos muertos y dos heridos es el resultado de un nuevo tiroteo en un barrio de Machala, El Oro, producto de una ‘guerra entre bandas’. Pero, además de la inseguridad, en la capital bananera sorprende la astucia de los maleantes para cometer sus delitos. Para este reciente ataque habrían clonado un patrullero policial.

Serían las 20:20 del viernes 25 de marzo de 2022 cuando ‘zumbó la bala’ en uno de los callejones del barrio Blanca García, más conocido como La Barraca, de la parroquia Puerto Bolívar de la ciudad machaleña.

Christian Proaño, jefe del Distrito Machala, explicó que según las indagaciones preliminares, debido a que la policía incrementó los patrullajes en la urbe orense por las muertes violentas, entre Los Lobos se las habrían ingeniado para transformar un vehículo y hacerlo parecer como una patrulla. Así se camuflaron y burlaron a los campaneros que vigilan la zona de La Barraca.

Un grupo de personas estaba reunido en los exteriores de la casa de Luis Castro Guzmán, alias Finalín, hermano de Sayayín, líder de Los Choneros en la provincia de El Oro. Él sería al que buscaban.

Ante la vista de muchos testigos, los bandoleros llegaron en la falsa patrulla hasta donde estaba el hombre. El automotor ingresó al callejón, paró la marcha frente a la casa de Finalín.

Rápidamente, cuatro hombres, uno vestido con uniforme policial, y los otros con ropa negra, se bajaron y dispararon contra el grupo. El ataque fue repelido.

El jefe policial precisó que el objetivo de quienes iban en el vehículo habría sido atacar a Finalín, en represalia por la muerte del líder de Los Lobos, Moisés Rosero Micolta, alias la Moisa, asesinado el martes 22 de marzo de 2022.

Pero a Finalín solo le rozaron las balas, pues se lanzó a un estero. Otros dos jóvenes murieron, uno quedó en la acera y el otro dentro de un inmueble.

El coronel Galo Erazo, jefe de la Subzona El Oro, manifestó que en el cruce de balas murieron Junior Steven Miranda Loor, de 23 años, alias Ñejo, y Josué Walter Napa Sandoval, de 18. Ninguno registra antecedentes penales.

Según Erazo, estos homicidios son “daños colaterales”.

El hombre que se lanzó al estero habría ido a una casa de salud, donde lo atendieron por los roces de balazos en la cabeza y en el brazo. Después de recibir el alta médica él desapareció.

A varias personas sorprendió que los ocupantes de un patrullero protagonicen la balacera. La propietaria del inmueble donde ocurrió el atentado dijo a los agentes que ella había salido a la tienda y vio pasar un vehículo con similares características a un patrullero de la policía, luego de eso escuchó la balacera.

Cuando la mujer llegó a su casa vio todo el alboroto. Dentro de su domicilio estaba una persona fallecida. Luego lo reconoció, era su vecino Josué Napa. El otro fallecido estaba en la calle.

Los atacantes, según los datos recogidos, después de los acontecimientos se retiraron en el vehículo patrullero, el cual fue localizado por los agentes en el barrio Virgen del Cisne.

PARECIDO

Hernando San Martín, jefe de la Unidad de Criminalística de El Oro, mencionó que a simple vista el automotor parece patrullero, pero que al analizarlo detenidamente se puede determinar varias diferencias, como la falta de estribos, calcomanías nuevas, balizas distintas, sin equipo de radio, entre otros.

Además, se informó que el automotor utilizado en este ataque sangriento habría sido matriculado en Pichincha. En diciembre de 2021 fue reportado como robado en el cantón Durán, provincia del Guayas. El carro habría sido llevado a la provincia de El Oro, donde se presume le cambiaron los retrovisores donde está la serie alfanumérica y hacer creer que es un carro de esa jurisdicción.

Personal de Criminalística procedió a la fijación y levantamiento de indicios balísticos y otras posibles evidencias existentes en el mencionado vehículo, que fue trasladado a los patios de la dependencia policial.

San Martín detalló que dentro del automotor encontraron manchas de sangre y residuos humanos, por lo que presumen que uno de los victimarios que andaba abordo resultó herido.

En las pesquisas desplegaron la búsqueda de una persona posiblemente herida en las diferentes casas de salud de la provincia.

Ahora, los agentes tratan de atar cabos con respeto a los diferentes hechos de sangre registrados desde el martes 22 de marzo, cuando fue asesinado la Moisa.

Según la policía, a raíz del atentado a esa persona, se han registrado otros hechos de violencia, debido a un ajuste de cuentas, a una venganza, por la guerra desatada entre dos estructuras delictivas que principalmente en Puerto Bolívar tienen esta disputa de poder. (DAD)