Exclusivo
Actualidad
La organización criminal que orquestó el asesinato de El Muertero, el terror de Playas
Compañeros de labores de Jonathan Chichande lo describen como una persona seria y poco sociable. Para ejercer su oficio vestía jean y zapatillas
Se caracterizaba por su sencillez para vestir. El funerario asesinado la noche del lunes 29 de enero en Playas y quien sería uno de los cabecillas de una banda criminal, Jonathan Narciso Chichande Zambrano, llegaba al Laboratorio de Criminalística de Guayaquil en jean, camiseta y sandalias. Era hermético y casi no hablaba con nadie.
(Te invitamos a leer: Daniel Noboa elimina la Secretaría Nacional de Seguridad)
Los compañeros de oficio de Muertero, como era conocido Chichande, quien el próximo 5 de mayo cumpliría 36 años, lo describen como un hombre serio y poco sociable, pero que presumía de sus trabajos como funerario.
“Era medio ‘lamparoso’, decía que él cogía buenos servicios, que no se regalaba, pero también se lo observaba asustado, veía a todos lados, quería que le entreguen rápido el cadáver e irse”, contó un ciudadano que se dedica a realizar trámites para la velación y sepelio de cuerpos.
(No te pierdas: Así mataron sicarios a El Muertero, el hombre que tenía aterrorizado a Playas, apenas salió de la Penitenciaría)
Otro funerario lo recuerda como una persona ermitaña, de pocos amigos, tranquila y que prefería hablar con quienes laboran en la morgue que con sus colegas.
“Hacía amistad con la gente de adentro, con los de afuera muy poco, casi siempre andaba en sandalias, jamás pensamos que podía pertenecer a una organización criminal, nos ha tomado por sorpresa y más que lo hayan asesinado, luego de salir de la cárcel”, manifestó.
El Muertero y otras tres personas, entre ellas su cónyuge, Shirley Maite Morales Morales; su expareja sentimental, Karen Viviana Parrales Valencia, y el actual conviviente de esta, Ángel Alexi Crespo Carvajal, fueron interceptados por dos carros, uno negro y otro blanco y por dos motocicletas en la avenida Guayaquil, en General Villamil Playas.
- Choque y plomo
Una fuente policial reveló que Chichande y Shirley viajaban en los asientos posteriores del vehículo Nissan de placa GSX-66 conducido por Crespo y que pese a que los sicarios que se bajaron del auto blanco le disparan a todos los ocupantes, su objetivo era el Muertero.
“El carro negro los impactó por el lateral izquierdo, eso los obligó a parar la marcha, se bajaron dos hombres. En total eran como 15 los criminales, de lo que hemos visto video. A la Policía nos sorprendió, no sabíamos que lo habían dejado en libertad, tenía pocas horas de haber salido de la Penitenciaria”, indicó el investigador.
Chichande fue detenido el pasado 19 de diciembre por el asesinato de cuatro personas, dos adultos y dos menores de edad en Posorja, parroquia rural de Guayaquil; en su poder se encontraron un arma de fuego y el vehículo en que posiblemente se movilizó para cometer este múltiple hecho.
El policía explicó que durante la audiencia de formulación de cargos se presentaron los elementos de convicción que lo hacían responsable de este evento múltiple e incluso de otros actos criminales ocurridos en Playas y que por eso no entendía por qué fue dejado en libertad.
(No te pierdas: En la Penitenciaría del Litoral se escondían armas hasta tras las paredes)
Chichande, de acuerdo a información de la Policía, era miembro de Los Águilas, banda delictiva afines a Los Choneros. Cinco sujetos conocidos con los alias de Michufu, 4K, Cachete, el Tío y Andrés son quienes controlan esta organización de acuerdo a datos revelados para la Policía.
“Probablemente, su misma banda criminal lo mató, no lo querían libre porque ya otro había asumido el control. La organización contraria Los Lobos está debilitada, varios de sus líderes, en Playas, están presos. El hecho de que lo hayan matado en esta localidad también es un mensaje de poder, pudieron haberlo hecho en un lugar oscuro, en la carretera”, indicó un oficial de la Policía a EXTRA. (AEB)
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!