“Que la muerte del papa Francisco haya coincidido con la Pascua de Resurrección no es casualidad. Todo tiene una razón de ser”, dijo Marco Fonseca, un jubilado que asistió a misa en la iglesia de San Francisco, centro de Quito.

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Él se enteró cuando despertó, aunque no fue sorpresa. Con los últimos bajones en la salud del santo padre, previó que esto podía suceder. “La muerte es solo un paso para los católicos. Así que (Francisco) solo ha regresado a la casa del Señor”, aseveró.

La comerciante Rosa Ruiz, en cambio, tiene incertidumbre por lo que pueda pasar con la Iglesia católica. “Ojalá pongan un Papa bueno, así como él. Yo no logré verlo cuando vino a Ecuador, pero sí lo sentí cercano (...) Necesitamos un líder como él”.

El fray Camilo Zapata, de la iglesia de El Sagrario, expresó: “Nosotros siempre esperábamos que se recuperara porque somos hijos de Dios”. Además, la consigna de los sacerdotes durante estos días es guiar las oraciones de los feligreses en las eucaristías. “Él siempre dijo ‘oren por mí’ y así lo haremos”, sentenció.

Oraciones por el papa Francisco desde Guayaquil

Con rostros apenados, Ángela y Edith Navarrete salían este lunes de la Catedral Metropolitana de Guayaquil, tras enterarse del fallecimiento del papa Francisco. “Todos los seres humanos en Ecuador estamos muy condolidos por su partida”, dijo Ángela.

Recordó con emoción la visita del papa Francisco al Puerto Principal en 2015, cuando lo vio pasar por la vía Perimetral. “Sentimos una felicidad muy grande. Hoy vine a orar por su almita”, añadió. Edith elevó plegarias por el alma del Papa y por la inseguridad del país. “Le pedí que interceda por nosotros”.

En la misma iglesia, Óscar Quimi, que realizó una visita ocasional, se mostró sorprendido al conocer la noticia. “¿Falleció el papa Francisco? ¡No, no, no creo! ¡Que Dios lo tenga en su santa gloria, era un Papa bueno!”, exclamó tras unos instantes de silencio. Dijo haber rezado en los últimos meses tanto por su salud como por la del Papa, mientras enfrenta su lucha contra la diabetes.

Otra feligresa, Emélida Oñate, que acudió a separar una misa, aprovechó la ocasión para orar por Francisco. “A él le pedí un milagro: que nuestro país pueda mejorar en seguridad”, recordó.

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