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El sepelio de la niña se hizo luego de 19 días de haber sido asesinada.Cortesía

¡En Morona descubren brutal asesinato de una niña por ensuciar la cama!

La pequeña de 4 años fue golpeada con un palo, pateada y ahogada en un riachuelo. Luego el asesino 
la habría enterrado 

La imagen de Inés, de 4 años, muerta dentro de una caja, aún estremece a su tío José. Nadie supo del asesinato de la niña, ocurrido hace más de un mes en la parroquia de Sevilla Don Bosco, cantón Macas, en Morona Santiago, sino hasta esta semana cuando sus habitantes se levantaron para pedir justicia por este crimen. “Es algo que no se puede superar”, lamenta el familiar.

Inés fue apaleada, pateada y ahogada, luego de lo cual fue enterrada en la parte trasera de la casa.

Luis fue detenido por agredir a policías y luego de la sentencia se hizo la audiencia por el asesinato de la niña.Cortesía

Ella vivía junto a sus dos hermanos, su madre María y su padrastro Luis, quien hoy es señalado como sospechoso del crimen. Ahora él está en prisión preventiva por 90 días mientras dura la instrucción fiscal, en medio de los reclamos de los pobladores que han organizado marchas para exigir celeridad en el proceso.

Amenazas a la madre

José dice que el hecho de sangre ocurrió el 29 de agosto de 2020 y la niña fue sepultada en la parte trasera de la casa. María, la madre de la víctima tuvo que callar ante  las amenazas que recibió de su pareja. “Le dijo que si hablaba algo, la mataría a ella y a los dos hijos que ambos tuvieron”, detalla el copungido pariente.

El asesinato

En esa finca estaba radicada la familia para dedicarse a la agricultura. María, de 24 años, tuvo a Inés en un primer compromiso, por lo que Luis, de 30, no la quería, según José.

Aparentemente, los maltratos del padrastro eran constantes e incluso antes intentó matar a la infante. “La quiso asfixiar con una corbata”, cuenta el tío, quien afirma que María también era agredida por su esposo.

La menor de edad fue sepultada en la parte trasera de su casa después del asesinato.Cortesía

El día del femicidio, el sospechoso se había enfurecido porque Inés no pudo ir al baño y ensució la cama, según la Fiscalía. “En ese momento él se levantó y la pateó en la espalda”, narra Edmundo Petsaín, secretario técnico del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Morona.

Inés lloraba y Luis la obligó a salir de la casa de madera a golpes para que se lavara en un riachuelo. Al ver que no volvía, el implicado salió y ahí ocurrió la tragedia.

Según Petsaín, la niña no se lavó y su padrastro supuestamente tomó un palo para pegarle en la cabeza. Después habría hundido su carita en el agua para ahogarla. “El hombre entró y le dijo a la madre: ya está muerta tu hija”, añade.

En la información preliminar se detalla que el tipo agarró pedazos de madera, armó la caja, metió el cadáver y lo sepultó. Un día más tarde, él y María viajaron a Quito y se quedaron una semana. Luego regresaron a Macas para visitar a la madre de Luis y estuvieron una semana más.

Pero María no soportó y se escapó de la casa de su suegra. Tomó un bus y fue hasta Sucúa a donde sus parientes para contarles lo que había pasado. Entonces era el 17 de septiembre (ver infografía).

Luego de dos días de denunciar el hecho, ambos llegaron a la finca junto a tres policías, un tío de Inés y un fiscal. “Fuimos solamente para saber dónde estaba enterrada. Al día siguiente la exhumamos”, explica José.

Hallan el cadáver

Los parientes rodearon la tumba, quitaron las hojas y excavaron no más de 70 centímetros hasta encontrar el féretro improvisado. La médico forense le pidió a los familiares que se apartaran para sacar a Inés. María se desmayó. Lo mismo le ocurrió a la abuela de la víctima.

Con la autopsia se supo que Inés tenía heridas en cuatro partes de su cuerpo, que fue entregado a su madre. Luego de 19 días, al fin pudieron sepultarla en el cementerio de la parroquia Sevilla Don Bosco.

Se hizo el bravo

Dos días después del sepelio de Inés, la Fiscalía envió policías a notificar a Luis que debía presentarse en una audiencia como parte de las investigaciones. Cuando llegaron a la vivienda, el hombre insultó y agredió a los agentes que lo detuvieron.

Se realizó una diligencia por el ataque y fue sentenciado a ocho días de prisión. Mientras Luis purgaba esa condena, en Macas se organizaron plantones en favor de la víctima y de su familia.

Las calles se llenaron de gente indignada por la crueldad del crimen. Edmundo Petsaín indica que desde el Consejo se está apoyando a los allegados de Inés.

Los pobladores de Morona Santiago hicieron marchas para exigir justicia.Cortesía

Cuando el hombre cumplió la condena por resistirse a la autoridad se pudo hacer la otra audiencia por el delito de femicidio. Luis se acogió al silencio... 

Este Diario cambió los nombres de la menor de edad y de sus familiares para proteger su identidad tal como lo manda el código de la niñez y adolescencia.