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Navidad: Voceador se viste de rojo para hacer sonreír a niños
Con su hermana personifican a la familia Noel y llevan donativos en diferentes sectores
Como no tiene reno, pues camina y a falta de pajecitos o duendes que le ayuden a elaborar los regalos, este Papá Noel criollo o serrano trabaja con la ayuda de su hermana, quien hace de Mamá Noela.
Son Rommel y Jéssica Jarrín a quienes en estos días previos a la Navidad se los ve recorriendo sectores de Ambato, provincia de Tungurahua, llevando mensaje de amor y de esperanza y prendas a necesitados.
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En sus días habituales, Rommel Jarrín, de 45 años, se dedica a vender periódicos, es canillita, y en las noches, hasta horas de la madrugada, hace de vigilante en las calles de la ciudad de Ambato, pero en diciembre se pone en la piel del legendario personaje vestido de rojo con barba y cabello blancos.
La idea de vestirse de Papá Noel surgió en el 2016. Según cuenta él, empezó a hacerlo porque su mamá recogía ropa, zapatos y juguetes para donarlos a las familias de escasos recursos.
En diciembre de ese año, la señora quería hacer la entrega de una manera diferente y se le ocurrió pedirle a su hijo que se vistiera de Papá Noel. Así la felicidad iba a ser doble para quienes se iban a beneficiar con los donativos. La estatura y la contextura le permitieron encajar en el traje y adaptar el personaje.
El canillita asegura que le gustó tanto la idea y para ayudar a su madre, se envió a confeccionar el traje, botas con todos los accesorios. Así cumplieron la tarea con su progenitora y ahora también es ayudado por su hermana Jéssica, quien, vestida de Mamá Noela, lo acompaña a entregar las donaciones.
Este vigilante asegura que diciembre es especial para él. Desde que empezó a ayudar a su mamá en la jornada solidaria, se dio cuenta que a través del personaje puede sacar sonrisas a niños y grandes y además realizar obras benéficas.
Para cumplir ese objetivo, Jarrín resume que de enero a noviembre separa algo de sus ganancias en sus trabajos para conseguir algo de regalos para los niños y así sigue la labor social que aprendió de sus padres Flor y Fernando.
Pero hacer de Papá Noel también le ha representado tener ingresos extras, porque suelen contratarlo para eventos en instituciones públicas y privadas y parte de lo que recibe en pago, lo destina para ayudar a otros.
Por ello, cuando el calendario llega a diciembre este Papá Noel ambateño desempolva su traje rojo, barbas, lentes, botas negras y la bolsa grande para darle vida a su personaje Papa Noel en la tierra de los guaytambos.
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