Las parejas se pusieron creativas en esta Navidad para complacerse sexualmente. Los sexshops de Quito y Guayaquil estuvieron ‘on fire’ entregando sus productos estrella para satisfacer a los más golosos. En la capital, por ejemplo, según Christian Bastidas, dueño de uno de estos locales, lo que más se vendió fueron los juguetes sexuales inalámbricos y los que se manipulan mediante una aplicación de celular.

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Muchos hombres, que por cuestiones de trabajo tuvieron que viajar a otras localidades, le dejaron a su ser amado un artilugio de látex con el que se puede satisfacer sin que él esté presente en persona, pero sí vía remota. Es decir, la mujer se introducía el aparato en forma de pene o de otra figura y su amado, desde kilómetros de distancia, la estimulaba aplastando un botón.

El objeto vibra con varias opciones táctiles o musicales mientras la pareja se observa en una llamada telefónica. Bastidas también indicó que los juguetes inalámbricos fueron muy cotizados. Según él, estos se vendieron como parte del festejo del amigo secreto. “Muchos hombres les regalaron eso a sus compañeras de trabajo”.

Son penes de plástico de más de 20 centímetros que funcionan vía bluetooth para que la mujer pueda autosatisfacerse.

Mientras el dueño mostraba algunos ejemplares al equipo de Diario EXTRA, una chica entró al local para buscar lencería erótica. “Mi esposo estuvo fuera del país por cinco meses y quiero darle una sorpresa”. La chica comenta que ambos son de mente abierta y que les gusta mucho el sexo. Al final, se decidió por un traje sexy con la temática navideña y unas cremas de masaje sexual para que el miembro viril de su pareja permanezca más tiempo erecto.

¡Un vibrador, por favor!

En Guayaquil, sin embargo, no solo los vibradores han sido escogidos por los ‘guayacos’. Carolina Gordon, propietaria de Santo Clímax, cuenta que los dildos realistas, es decir con forma de pene, han sido de los más pedidos por sus clientes.

Ante esta demanda, su local ofrece una gama variada de colores y tamaños, e incluso algunos equipados con ventosas para exploraciones más versátiles. Sobre el precio, cuenta la empresaria, hay para todo tipo de bolsillo. Se los puede encontrar desde los 25 dólares hasta los 200. Gordon coincide con Bastidas en que los vibradores inalámbricos se están ‘luciendo’ a la hora de querer aumentar la pasión entre las parejas del Puerto Principal.

En el tercer lugar de la lista de Carolina se encuentran los estimuladores de clítoris: un juguete sexual que está diseñado para proporcionar placer a través de la estimulación de este órgano mediante ondas.

Placer que se come

Otra tendencia, que se ha vuelto común a la hora de ser creativos con la pareja, es regalar comida con forma de genitales. La misma empresa de Gordon ofrece postres con formas de pene, vulvas y senos, hechos a base de una masa que puede ser de dulce y de sal.

Dice que la experiencia de comer estos productos se vuelve desinhibidora y que el resultado es que las parejas tienen más confianza entre ellas. Explica que ya sea que se coma o que se use un juguete sexual, lo importante siempre será la comunicación entre los involucrados. (BCP - ACM)

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