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Mujer sería el terror de comerciantes del sur de Guayaquil, pero se le durmió 'la Diabla' y está tras las rejas
Una pichinchana lideraba, presuntamente, una banda de extorsionadores. “No pagas, te mando a disparar la casa”, advertía a sus víctimas por WhatsApp.
Por sus presuntas fechorías, Lizeth Adelaida Castillo Barreiro se había convertido en el terror de los comerciantes y tricimoteros de Las Malvinas.
La mujer, al parecer, lideraba una banda criminal que amedrentaba y extorsionaba a los dueños de los locales de este sector del sur Guayaquil, informó un oficial de la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase) de la Policía.
El investigador afirmó que la pichinchana, de 31 años, conocida con el alias de Diabla, no solo atemorizaba a los comerciantes sino también a los conductores de tricimotos, a quienes les exigía entre 100 y 500 dólares para no atentar en contra de ellos.
Castillo fue detenida la noche del lunes 26 de septiembre tras un operativo realizado en la cooperativa Esmeraldas Chiquito, en el sur porteño. Junto con ella ‘cayó’ uno de sus compinches, Luis Enrique Morán Gilse. Ambos fueron aprehendidos en flagrancia.
“La Diabla pertenece a Los Lagartos. Su conviviente está en la cárcel. Esta mujer está al mando de una agrupación integrada por al menos 15 personas, quienes extorsionan a los propietarios de locales comerciales y tiendas”, explicó el agente de la Unase.
La banda tiene tres meses amedrentando a los dueños de los negocios, a quienes les advertía que de no acceder a sus requerimientos económicos, dispararían o colocarían artefactos explosivos en sus locales o en sus viviendas.
“En algunos casos pedían como entrada cinco mil dólares y de ahí pagos de quinientos dólares mensuales. Enviaban mensajes de WhatsApp con la advertencia: ‘no pagas, te mando a disparar la casa’. Una de las víctimas pagó cuatro veces los valores exigidos, pero al no contar con el dinero para pagar la siguiente cuota se decidió a denunciar”, dijo el oficial.
En el celular de Castillo, quien ya registra un proceso judicial por asesinato, se hallaron evidencias que la involucran en el delito de extorsión, informó el agente encubierto.
“La gente se deja amedrentar y paga y esto se vuelve una cadena. No tengan temor y denuncien, es la única forma de poner un alto a estos delincuentes”, recomendó.
En la audiencia de formulación de cargos realizada la tarde del martes, a los dos detenidos se les ordenó prisión preventiva por el delito