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Una mujer y niña de ocho años víctimas colaterales de ataque armado en velorio, en El Oro
Los atacantes utilizaron a un indigente como carnada para despistar a la policía y poder ejecutar los disparos en el velorio
Machala vivió un viernes de terror, con el resultado de cinco personas fallecidas, una de ellas es una niña de apenas ocho años que asistió con su familia al velorio de Maykel Ariel Ayoví Borja, un joven de 22 años que fue acribillado la noche del pasado jueves 31 de agosto.
Luis Arias Carpio, fue la primera víctima de la violencia, él era conductor de la cooperativa rutas machaleñas y, al momento de realizar un flete, fue asesinado para robarle su vehículo. Al caer la tarde, un abuelito fue víctima de cuatro disparos en la puerta de su vivienda del sector Los Jardines, sujetos lo asesinaron al frente de su nieta, la hipótesis que maneja la policía es por extorsión.
‘PLOMO’ EN VELORIO
“Ayer (viernes) terminaron con la vida de una amiga, ella estaba en el lugar incorrecto, unos sujetos dispararon al azar y resultó víctima de ese atentado, su esposo está grave y una niña de apenas ocho añitos también murió”, explicó una amiga de Amalia Sterlina Velasquez Reyes, quien falleció producto de los disparos, la niña Sandy Angulo también murió producto de este ataque armado, además, hay cinco personas luchando por su vida que se encontraban en el velorio.
Luis Valencia, jefe del Grupo de Operativos Motorizados (GOM), manifestó que debido al peligro de que ocurra otro atentado se puso resguardo policial en el lugar donde se velaba el cadáver de Maykel Ayoví.
Él fue asesinado junto a Lilibeth Nelia Cabrera Micolta la noche del 31 de agosto, en el barrio Margarita Villavicencio, junto a las canchas del Audaz Octubrino, en Machala, provincia de El Oro.
HIPÓTESIS
Valencia tiene una hipótesis, él cree que los atacantes tomaron de carnada a un indigente y a las 22:20 de este 1 de septiembre, lo asesinaron de siete tiros en los patios del Coliseo 3.000, al frente de las instalaciones del ECU – 911.
Ante este ataque, la unidad policial que daba resguardo en el velorio de Ayoví se dirigió al lugar de la alerta y confirmó que el indigente murió debido a los disparos en la cabeza.
Para Valencia, el asesinato del indigente fue una cortina de humo para que la policía se traslade a ese lugar y que los atacantes ingresen al velorio y desatar una balacera.
Los casquillos quedaron regados por las estrechas calles, evidencia de que los asesinos querían protagonizar una masacre.
“El asesinato del indigente fue una distracción para que la unidad policial salga de este lugar a atender esa emergencia y ese momento sea aprovechado para cometer el crimen”, manifestó Valencia.
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