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El 'moteleo' está aguadito
El alquiler de habitaciones por un momento de pasión se redujo entre un 50 y 40%, según un sondeo realizado por EXTRA
En los últimos 15 días, Jorge España durmió en su casa uno que otro día. Es dueño de un hotel en el centro de Guayaquil, y como las ganancias recientes son de espanto, él mismo debió atender a sus clientes en las noches. No hay billete para contratar a empleados en esa jornada.
Las apenas tres personas que ahora trabajan para él, ‘vuelan’ del alojamiento a las 18:00, antes de que les coja el toque de queda en la calle. Jorge, en cambio, aprovecha la mañana y la tarde para descansar un poco, aunque igual va a darle la ‘vuelta’ a su negocio.
“Cuando mi gente se va, yo mismo abro la puerta, estoy pendiente de lo que quieren (los clientes) en los cuartos, en fin, hago de todo”, cuenta.
Desde que se desató el coronavirus en el país, el hotel tiene pocas reservas y cada vez menos parejitas rentan habitaciones por unas horas de pasión. Por eso Jorge a veces es menos exigente.
“La tarifa era 25 dólares la noche, pero ahora cobramos 20. Si el cliente viene y tiene dos dólares menos, bienvenido sea, porque no podemos ponernos exquisitos”, refiere.
AMANECIDAS A 'PIQUE'
A Kathy León, una de las propietarias de otro hotel en la zona céntrica, sus usuarios le preguntan si hará alguna promoción durante el día, en vista del toque de queda (de 20:00 a 05:00) que rige en 16 de las 24 provincias para frenar los contagios de la COVID-19.
Y lo están pensando. Quienes más alquilan los cuartos son las parejas, por eso cree que hacia ellos hay que apuntar con algún beneficio.
Allí se paga $ 5.50 por cuatro horas de hospedaje. Es una tarifa económica que no se puede reducir más, dice. Pero, quizá, podrían cobrar la mitad del precio por alquilar la habitación solo dos horas, cree.
“Antes de la emergencia sanitaria ocupaban el servicio de amanecida, que es de doce horas. Ahora casi no viene gente hasta el otro día y menos con la actual restricción”, dice.
'CAMELLO', PERO MENOS PLATA
En un recorrido realizado por EXTRA por varios hoteles y moteles de la vía a Daule, en el norte, los administradores y encargados aseguraron en que la ocupación de habitaciones disminuyó, en promedio, entre el 40 al 50 %; en unos casos el porcentaje es mayor.
Los colaboradores indican que el miedo a posibles contagios por salir de casa, pero principalmente una crisis económica, influye en que vaya menos gente a ‘motelear’.
Sin embargo, en la mayoría de establecimientos de este tipo en esa zona no desvincularon a los trabajadores. Pero están laborando menos horas con una remuneración inferior mientras pase el encierro parcial.
Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador y vicepresidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, comenta que desde el inicio de la pandemia, las pérdidas en el sector turístico ascienden aproximadamente a 2.500 millones de dólares.
Por ello, Muñeton considera necesario incentivar la reactivación económica, no solo en este sector sino en todo tipo de negocios. Sugiere que, por ejemplo, se puedan promover actividades recreativas y comerciales para las personas que ya están vacunadas. Eso, incluso, provocaría en que quienes no quieren inocularse, lo hagan.
Aquello debe ir de la mano con la aceleración del proceso de inmunización. Además, reducir o eliminar impuestos que permitan fomentar el consumo nacional, aconseja.