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¡Moradores de un barrio del norte de Quito se salvaron de ser aplastados por los árboles!
Los residentes alertaron a las autoridades que algunos árboles ubicados en una ladera, cerca de sus casas, estaban a punto de caer. Ya arreglaron el problema.
Era un problema silencioso. En el barrio 18 de Septiembre, en el norte de Quito, temían que siete árboles destruyan las casas. Su miedo era justificado: en una pequeña ladera, las raíces estaban al aire y los troncos inclinados hacia sus residencias.
Luis Pasquel, cuyo inmueble queda cerca de la pendiente, organizó una comisión con vecinos para pedir ayuda a la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop). “No se podía dormir en paz porque los árboles sonaban en las noches debido al fuerte viento. Parecía que nos caían encima. Vivíamos con miedo”, contó.
Ada Oseche arrienda un departamento en el mismo barrio y aceptó que cada vez que llovía buscaba refugio porque el agua se llevaba tierra que sostenía las raíces y sentía que todo se volvía más peligroso.
Para su fortuna, la respuesta no tardó. En menos de 24 horas sacaron cinco árboles y ayer estaba previsto retirar el resto.
Los residentes se mostraron sorprendidos por la rapidez. Pero era un problema inminente, según las autoridades. Marco Romo, director de áreas naturales de la Epmmop, indicó que existe un protocolo para todos los casos. “A diario nos llegan cientos de denuncias, pero primero se organiza la visita técnica y se determina la urgencia”, explicó.
En la zona urbana hay unos 120 mil árboles. Los que más problemas registran son los de eucalipto y acacia.
En promedio, se podan cinco por día. Esta cifra varía de acuerdo a la complejidad de la operación. Por ejemplo, para los árboles que no se cortaron en el primer día en el barrio 18 de Septiembre se necesitaba maquinaria más avanzada. Se coordina también la limpieza y eso demora un poco más.
El objetivo de los retiros es minimizar el riesgo. Ya pasó semanas atrás en la misma zona: un árbol cayó sobre los cables de luz y dejó sin energía a todo el barrio. Inclusive, hasta ayer seguía el tronco sobre los cables.
Debido a la importancia de los árboles en la urbe, existe un trabajo de compensación ambiental. La Dirección de Áreas Naturales tiene un plan de reposición. Según el último informe, desde enero se han plantado 1.600 nuevos árboles en zonas urbanas de la ciudad.