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‘Mora’ venenosa: En Ambato un hombre le dio de beber un jugo con mata ratas a su exnovia
El traslado del cuerpo de la joven lo hizo en el carro de su padre. La madre y hermano de la ambateña se desmayaron durante el velorio.
“Princesa de mi corazón, levántate, no me dejes”, repetía Gladys Núñez, frente del féretro que contenía el cuerpo de su única hija. Con palabras de aliento sus familiares trataban de calmar el desconsuelo que consume a la progenitora de Dayana Aracelly Suárez Núñez, la ambateña que fue envenenada la tarde del pasado sábado, presuntamente por su exnovio Edwin Remache Ilbay.
El mata ratas que acabó con la vida de la joven de 20 años fue disuelto en un jugo de mora. La hallaron enterrada la madrugada del martes en un bosque de la parroquia Huachi, del cantón Riobamba, en la provincia de Chimborazo. Estaba desaparecida desde el sábado. Su madre y hermano no pudieron con la pena, ambos se desmayaron junto al ataúd donde reposan los restos de su ser querido.
Rosa Salinas, abuela de la chica, mencionó que el viernes 21 de octubre la vio por última vez y que el padre de Dayana le aconsejó que si tenía enamorado lo presentara, para que la familia lo conociera. “Nos dijo que no tenía a nadie y que cuando estuviera segura de que se iba a casar ahí lo llevaría para que conocieran a su novio. Nunca nos habló de ese hombre”, afirmó la abuela paterna.
Una fuente de la Policía de Tungurahua informó que Remache no solo confesó haber asesinado a su expareja, también dijo que luego de varias horas retiró el cadáver de la casa de sus padres, lo subió en el carro de su papá, condujo hasta Riobamba, cavó un hueco y sepultó los restos de la mujer con la que habría compartido dos años y seis meses de relación sentimental.
La joven y su presunto asesino se conocieron en el colegio. Hace un mes habían terminado el noviazgo, pero él le había insistido para verse, la citó en su casa y allí, al parecer, se produjo una discusión porque la chica se negó a retomar la relación.
“Su actitud nerviosa al interrogarlo lo delató. Terminó confesando todo lo que hizo. La había llamado para aclarar la relación sentimental, le dijo que le tenía una sorpresa. Entre ellos existió una discusión por celos. Luego aprovechó un descuido de la muchacha, tomó el veneno que sus padres habían comprado para matar roedores y se lo disolvió en un vaso de jugo”, reveló el investigador.
Al momento del hallazgo la joven solo llevaba puesto un brasier. Cerca del cadáver se hallaron otras prendas de vestir y una funda plástica que contenía el raticida que acabó con la vida de la chica que anhelaba convertirse en enfermera.
El cuerpo de Dayana fue sepultado la tarde del miércoles. Sus amigas compañeras de enfermería le colocaron la bata blanca y pidieron por su descanso eterno. (YIE/AEB)