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La música en vivo se presentó frente al monumento principal, al aire libre.HENRY LAPO

Ciudad Mitad del Mundo: ¡Rituales sin abrazos!

Luego de cinco meses de cierre y 600 mil dólares en pérdidas, la Ciudad Mitad del Mundo se resiste a morir. Para recibir a los turistas hay reglas.

Después de cinco meses de permanecer en pausa, Ciudad Mitad del Mundo, en el norte de Quito, abrió sus puertas otra vez, aunque con algunos cambios.

El complejo turístico, que emula a una urbe colonial, se construyó a partir de 1981. Pero fue en 1992 cuando empezó a funcionar.

Esta es la primera vez que debió cerrar. Y la pandemia le pasó factura... Ahora intenta levantarse y por eso la reactivación fue aprobada la semana pasada, según Carlos Cárdenas, gerente general del sitio.

Los espacios que no tienen ventilación o son muy estrechos siguen cerrados al público y se han potencializado actividades al aire libre con músicos frente al monumento principal, flashmob, guías vestidas de varias etnias ecuatorianas, entre otros.

El sábado, primer día de reapertura, llegaron aproximadamente 300 personas que a la entrada fueron desinfectadas y a quienes les tomaron la temperatura. Un hombre con una bomba bañaba los vehículos con amonio cuaternario. No hay como acercarse, ni tocarse.

El sitio turístico se resiste a caer frente a la emergencia sanitaria, por lo que sus trabajadores siguieron laborando en turnos. “Los museos y todo lo que se exhibe necesitaba mantenimiento”, explicó Cárdenas.

La entrada es limitada para los museos, incluso en el principal que funciona en el monumento, donde todo visitante se toma fotos. De los 11 exhibiciones, se abrieron tres: el de las viviendas ancestrales, la historia del cacao y la estación del tren.

“Son los lugares con más espacio”, comentó Julieth Santillán, una de las guías que recibía a los turistas vestida de novia de la comunidad de Cusubamba.

Tradiciones sin contacto

Mama Gertrudis es la chamana de Ciudad Mitad del Mundo. Ella es descendiente y representante de la comunidad Kitu - Cara, contó.

Además, es la encargada de que los visitantes se acerquen a la cosmovisión andina. El sábado, sobre la réplica de una pirámide de Cochasquí, la mujer, de 45 años, esperaba sentada junto a un altar donde se reflejan los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, aire, agua y fuego. 

En un círculo de naranjas y flores, dijo, se concentraba la energía. Además, era un saludo a la Pachamama. “Hay un espiral que nos recuerda que la vida es un constante avanzar, que si nos estancamos todo se trunca”, explicó.

Los rituales ancestrales también han cambiado debido al distanciamiento.HENRY LAPO

Entonces, tomó un cuenco de bronce y un palo pequeño. Pidió a los turistas que cerraran los ojos y se concentraran en el viento. Hacía sonar el cuenco y caminaba alrededor de todos. A un metro y con mascarilla.

“Es una conexión con el viento, vibrar a través del sonido con él”, dijo.

Antes de la emergencia sanitaria los rituales incluían un abrazo grupal, pues según la chamana el amor es lo que mueve al mundo. Esta vez el abrazo fue propio, cada uno debe hacerlo para sí mismo.

“Las circunstancias han cambiado, pero la vibración es la misma”, agregó Gertrudis.

Las pérdidas

En un día normal llegaban al menos 600 visitantes. Tanto trabajadores como arrendatarios de los locales de comidas típicas del sitio esperan que esos tiempos vuelvan. Aunque, según Cárdenas, el déficit hasta finales de año llegaría a 850 mil dólares.

Por ahora no ha habido despidos, pero sí se ha economizado en servicios contractuales, por ejemplo. “Hemos sido nosotros mismos quienes nos hemos puesto a pintar o a hacer alguna adecuación”, dijo el gerente de Ciudad Mitad del Mundo.

En la entrada hay un estricto control de temperatura y desinfección. HENRY LAPO