Una planta de amapola enmarcó lo que terminaría siendo la última imagen de Raúl Carpio y Jhon Cerón juntos, antes de subir al páramo de las lagunas de Mojanda, en el cantón Pedro Moncayo.

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Fue grabada a las 12:37 del domingo 4 de febrero, unos minutos antes de que Luis Espinoza, compadre de Cerón, llevara a los ingenieros eléctricos hasta el límite de la zona poblada con el área protegida (ver infografía).

Jhon Cerón, de 62 años, lo llamó el día anterior para solicitarle la carrera desde la comunidad de Chimburlo, sur de ese cantón. Allí posee una propiedad. Eso costaba 15 dólares, ya que se trata de un camino de tercer orden y el trayecto es de al menos una hora de subida. “Cuando se recalentó mi carro nos paramos y ahí me llamó la atención la planta de amapola y la grabé. Casualmente, salieron ellos ahí”, relató.

Desde entonces se reportó su desaparición y no fue hasta el 17 de febrero que el mismo Luis Espinoza hallara el cuerpo de Carpio entre los pajonales.

En la travesía hacia las lagunas, según lo que le contó Cerón a su compadre, tenían el objetivo de mostrarle la zona a Raúl Carpio, de 60 años. “Dijo que fueron compañeros de universidad. Ambos ingenieros eléctricos”, recordó.

La idea rondaba por la cabeza de Cerón desde hace varios años, por lo que sus recorridos a la zona eran frecuentes. Esta no era la primera vez que Espinoza lo llevó hasta la parte alta. “Él conocía las rutas. Además, era un hombre muy activo, con buen físico”, explicó a EXTRA.

Incluso, los guardaparques ya lo conocían. “Vino varias veces por aquí para hacer mediciones de unos caminos”, dijo José Luis Flores, quien cuida el área protegida. Cerón y su hermano saludaban al celador para luego avanzar a las zonas turísticas y hacer observaciones, según recordó Flores. Aunque la mayoría de veces fue visto solo.

“(Cerón) Siempre fue apasionado del turismo, era su tema de conversación. Casi no hablaba de su vida, sino de turismo”, agregó Espinoza, quien lo conoce desde hace más de 20 años.

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José Luis Flores comentó que la temperatura en la zona puede llegar en las noches a -1 °C, por lo que el riesgo de morir por hipotermia es alto si no se tiene el equipo necesario. “Sobre todo, si no va a ir por los senderos ya hechos, debe ir con un guía”, aseveró.

Según su compadre, Jhon Cerón conocía la zona, por lo que no entiende cómo subieron con ropa normal. “Solo tenían gorras y una bolsita pequeña”, agregó.

El cuerpo de Carpio fue hallado a una hora y media caminando desde el punto de partida. Allí se encontraron dos celulares: uno cerca del cadáver y otro en su bolsillo. “Tengo la esperanza de que mi compadre esté vivo porque él sí era bien activo”, finalizó Espinoza.

Jaime Gallardo, montañista y guía desde hace 20 años, comentó que, aunque toda montaña tiene su riesgo, recorrer la zona de Mojanda es sencillo. Aunque esto cambia si la persona que sube no tiene un buen físico. “No tiene que ver con la edad, sino con el sedentarismo”, explicó. 

Sin embargo, aunque se tenga experiencia, es necesario llevar implementos como: zapatos con buen labrado, mantas térmicas, fósforos, mochila con alimentos sencillos. “Esto te puede salvar la vida en la montaña”, dijo.

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