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Dramático testimonio: Ecuatoriana se rompe piernas y brazos al querer cruzar a Estados Unidos
La mujer está gravemente herida en El Paso, Texas. Entérese de las penurias que pasó durante su travesía.
Juana afronta sola su desgracia. La mujer, de 47 años, está en un hospital de El Paso, Texas, en Estados Unidos, a la espera de una operación en una de sus piernas fracturadas.
Ella se las quebró, al igual que sus brazos, cuando intentó cruzar hacia suelo norteamericano desde México. Sucedió en marzo, cuando junto a su marido llegaron a ese punto después de dos meses de travesía que empezó en Quito.
Migrante lesionada
“Vivo en el norte de la ciudad y tenía un restaurante. El año pasado llegaron a pedirme las dichosas ‘vacunas’, querían que les pagara 200 dólares semanales”, relata a EXTRAvía telefónica desde Estados Unidos.
Pagó solo un mes a los pillos y se aterró tanto que decidió abandonar el país. “Contratamos a un ‘guía’ para que me llevara con mi esposo a Estados Unidos”, recuerda.
A ‘amarrarse’ la barriga
Así, Juana y su pareja se unieron a la lista de migrantes que ha ubicado a Ecuador entre los tres países con mayor número de salidas de compatriotas al extranjero, superado solo por Haití y Venezuela.
Según la organización 1800Migrante.com, aunque la cifra está a la baja, hasta febrero de este año se registró la salida de 7.123 personas, aunque según Migración de Panamá serían 9.536 ecuatorianos.
“Salimos el 17 de enero hacia Colombia. Solo llevamos dos mudas de ropa”, detalla la mujer desde el hospital. En su travesía, de más de tres días, dormían en las terminales terrestres y comían muy poco porque “tuvimos que ‘amarrarnos’ la barriga para aguantar el hambre”, dice Juana.
Una vez que llegaron en lancha al ingreso del Darién, en Panamá, su tormento seguiría. “Vimos a 11 personas muertas a lo largo del camino. Lo más impactante fue ver el cuerpo de una mujer que era comido por los buitres”, detalla. Buscaban comida en las carpas abandonadas de otros migrantes y cruzaron por un río infestado de cocodrilos hasta llegar a México.
Ese fue otro calvario para Juana y su pareja, quienes fueron retenidos por migración durante dos días. “Llegamos a ese lugar que luego de unos días se quemó, en Ciudad Juárez”, recuerda.
Una vez que los liberaron y les entregaron un salvoconducto para salir del país y volver a Ecuador, Juana y su marido decidieron continuar con su ruta. Cerca de la frontera fueron detenidos, de nuevo, por agentes de migración, pero ellos los entregaron a un cartel narcodelictivo que los mantuvo secuestrados durante cuatro días.
“Mis hijos tuvieron que recaudar tres mil dólares para pagarles y así pudimos salir. Nos trataron mal, comíamos pan con huevo o con mortadela”, recuerda con dolor.
El accidente
La pareja logró contactarse con otro coyotero que los llevó a una casa en Ciudad Juárez. “Ahí nos ‘entrenó’ en una escalera porque debíamos bajar por unos tubos que están en el muro fronterizo”, detalla la quiteña, madre de cuatro hijos.
El 3 de marzo llegaron a ese punto, subieron por el lado mexicano y para bajarse hacia territorio estadounidense tenían que deslizarse por aquellos tubos como lo hacen los bomberos. Fue en ese momento que la chompa de Juana se atascó y cayó al piso, una mujer cayó sobre ella y se quebró sus cuatro extremidades.
“En ese momento llegó migración y a mí me llevaron al hospital, pero a mi esposo lo deportaron a Ecuador. Desde entonces estoy acá, sola, hasta ver qué sucede conmigo en junio”, lamenta la mujer que salió de la operación sin novedad.
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