Pagó 9 mil de los 16 mil dólares pactados para cumplir su sueño: llegar a Estados Unidos, donde estaría segura que progresaría y hallaría trabajo para enviarle a los suyos en Ecuador.

Pero el llamado ‘sueño americano’, aquel por el que María Carmelina Yupa había dejado su trabajo como conserje del colegio María Auxiliadora del cantón Chunchi, provincia de Chimborazo, tenía marcado otro destino para ella.

Después de más de un mes encerrada en una ‘bodega’ hasta que la frontera se enfríe “porque estaba muy caliente para cruzar”, como le había contado telefónicamente a su hermana Yolanda, Carmen Yupa, como la llamaban sus familiares, se quedó ahí.

A la mujer, de 46 años y madre de dos hijos mayores de edad, no le alcanzaron las fuerzas para pasar. No resistió el embate y cayó por cansancio en medio de una extenuante caminata en la que, se sabe, iba acompañada de al menos 2 ecuatorianos más y otro grupo de migrantes ilegales.

“El pasador me dijo que ella caminó un día y una noche, que no avanzó y se quedó en el sendero. Cuando le insistía que me dé más información el coyotero nunca más me contestó y más bien me bloqueó y no sabemos nada de mi hermana”, relató Yolanda Yupa a la organización 1800migrante.com.

El dolor

El sendero en donde Carmen quedó vencida por el cansancio es una de las tantas rutas irregulares que se usan para cruzar la frontera entre México y la ‘Yoni’.

En Chunchi, María Carmelina Yupa rentaba un departamento y con su trabajo apenas cubría las necesidades básicas de su familia.

Su hermana Yolanda, quien reside en Nueva Jersey, Estados Unidos, relató que “no le alcanzaba su sueldo básico, en el Ecuador la situación se puso muy difícil y quería hacer alguna cosita para el futuro y por eso decidió arriesgarse”.

Chiquita como es, apenas 1,55 metros de estatura y de unas 130 libras, Carmen, quien usa dentadura postiza de una sola pieza en la parte superior, decidió aventurarse.

Salió de su casa el 17 de julio pasado, fue a Quito de donde tomaría un avión que la llevaría hasta México DF (capital) y de ahí pasaría a Piedras Negras, en el estado mexicano de Coahuila. El viaje se pactó por 16 mil dólares, pero solo se pagaron 9 mil; su destino era Newark, en el estado de New Jersey donde viven algunos hermanos de ella.

Pasó un mes escondida en ‘la bodega’, porque había muchos controles migratorios. Hasta el 17 de agosto en que Carmen llamó por última vez. “Me van a llevar a Centinela y luego a San Antonio por la Ruta 90, voy a cruzar la frontera entre 9 personas, 3 de ellos son ecuatorianos”, le dijo a Yolanda.

Desde ese día hasta la fecha no hay noticias de Carmen Yupa, ya se cumplieron dos meses sin conocer su paradero.

Ecuatorianos, los más detenidos

En lo que va del año se han reportado de manera pública al menos 23 casos de migrantes ecuatorianos desaparecidos en la frontera entre México y Estados Unidos.

De estos han podido ubicar a dos ciudadanos, dos más fueron reportados como fallecidos y quedan 19 casos pendientes de búsqueda.

El pasado 22 de octubre, el Departamento de migración de Estados Unidos reportó que el número de ecuatorianos que han sido detenidos, expulsados o deportados desde ese país en el año fiscal (empezó en octubre del 2020 y cerró en septiembre pasado) llegó a niveles récord, 97.074 ecuatorianos, un aumento del 800% en un año (el 2020 la cifra llegó a los 12.892).

Según el Departamento de Control de Puertos y Fronteras de USA (CBP, por sus siglas en inglés), el flujo migratorio ecuatoriano fue tan alto, que hubo un mes en donde detuvieron a más ecuatorianos que mexicanos, guatemaltecos, hondureños y de otras nacionalidades, quienes históricamente superaban en cifras a nuestros compatriotas.