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Se descartó que el hecho fuera un atentado y se trató de algo fortuito.Cortesía

El miedo se apoderó de habitantes de La Villaflora

Pensaron que era un carro bomba, como los usados en Esmeraldas, Santo Domingo y Guayaquil.

Nora Buestán pensó que se había levantado tarde a desayunar, pero su hija le dijo que apenas eran las 08:05 del viernes 4 de noviembre de 2022. Se sentó a la mesa para comerse un plátano cuando el estruendo de una explosión hizo temblar su casa en La Villaflora, sur de Quito.

Salió despavorida junto a su hija y ambas vieron que los demás moradores hicieron lo mismo. “¡Una bomba!”, dijeron todos mientras miraban que salía humo y volaban escombros desde la gasolinera vecina.

Frente a la ola de atentados que han ocurrido en Guayaquil, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas, la gente creyó que le había tocado el turno a Quito.

“Estábamos muy asustadas, pero no sabíamos cómo ocurrió todo”, contó Buestán al poco tiempo de la llegada de los bomberos, quienes fueron informados a través del ECU-911.

Un accidente laboral

La mujer y sus vecinos tuvieron que alejarse de la gasolinera mientras se investigaba lo que pasó. Al tiempo, supieron que lo ocurrido fue por una mala manipulación de los tanques de almacenamiento de combustible, mas no por un atentado como se creyó al principio.

Paulina Cadena, teniente del Cuerpo de Bomberos, detalló que eso provocó una deflagración. “Dos trabajadores de la estación de servicio hicieron un vaciado de combustible, sin percatarse que en el aire quedaron residuos de gas. Eso causó una deflagración”, indicó la oficial.

Los trabajadores heridos fueron llevados a casas de salud.Cortesía

Y no solo resultaron heridos los trabajadores que limpiaban, sino también hubo destrucción de gran parte del área en la que se guardaba el combustible. Las paredes y parte del techo estaban dispersos en el suelo y hasta algunos restos salieron volando a las calles aledañas.

Los trabajos para controlar la situación se extendieron hasta el mediodía.

“Ojalá no ocurra algo parecido porque con esto, las autoridades deben entender que corremos peligro”, refirió Margarita Gancino, quien conversaba con Buestán sobre la explosión que acabó con la calma de los moradores del sur quiteño.

"Era como si una bomba hubiera explotado. Toda la casa tembló y decidimos salir corriendo”.Nora Buestán
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