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Thelmo Pesántez Carrillo tiene el grado de teniente coronel.Cortesía

Thelmo Pesántez, el coronel dos caras: para unos era un 'ángel', para otros un 'demonio'

Las opiniones se dividen cuando se trata de describir al oficial de la Policía detenido en enero pasado por delincuencia organizada. Quienes creen en él lo consideran estricto y disciplinado, pero dentro de las filas policiales también lo  catalogan como refilón y déspota. Fiscal afirma que de ‘enemigos’ de los delincuentes, por sus nexos, algunos uniformados pasan a formar parte de su seguridad.

Su aparente rectitud y el servicio social que desempeñaba hacia la comunidad hicieron que el coronel Thelmo Marcel Pesántez Carrillo se ganara el cariño y admiración de los habitantes de Valencia y Buena Fe, dos cantones de la provincia de Los Ríos, donde era el jefe de Policía desde hace más de un año.

Sin embargo, detrás de ese oficial, de 46 años, nacido en Azogues, provincia de Cañar, quien a diario aconsejaba a sus compañeros policías a “trabajar con honradez e integridad”, se escondería el presunto líder de una banda delincuencial dedicada al asesinato, secuestro, robo y tráfico de drogas.

Pesántez y otras 18 personas fueron detenidos la madrugada del jueves 26 de enero por su presunta vinculación con tres organizaciones criminales: Los Lobos, Choneros y R7. En el operativo se incautaron armas de fuego, municiones, dinero y droga. ¡Fue un balde de agua fría para los pobladores riosenses!

Pero, ¿qué representaba y qué opinión tienen del coronel de la Policía Nacional sus compañeros, oficiales y de tropa, que han dado sus servicios junto a él? EXTRA obtuvo las versiones de seis uniformados, quienes pidieron la reserva de sus nombres por temor a ser sancionados o a algún tipo de represalias, y los criterios se dividen cuando describen a Pesántez. Para tres policías, el coronel era como un ‘ángel’ y por eso creen en su inocencia; pero los otros tres lo consideran un ‘demonio’ que aparentaba rigurosidad para poder tapar sus fechorías.

Pesántez durante una capacitación como jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) Zona 8, en el 2016.Cortesía

Responsable y disciplinado

“A mi coronel lo conocí en Valencia. Como jefe era estricto, recto, casi no sonreía; eso sí, siempre nos repetía que hiciéramos un buen trabajo, que seamos honrados y que no hagamos quedar mal a la institución. No creo que sea líder de una banda criminal, para mí se trata de una treta y lo quieren involucrar por algo”, reseña un sargento con 22 años en la Policía.

Él se enteró de la detención del oficial y de sus presuntos cómplices horas después de la captura, ejecutada por la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) de la Policía y de la Fiscalía. Con duda, llamó a sus compañeros para corroborar si su coronel era el detenido o se trataba de un error. “Él laboraba en Buena Fe y yo en Valencia. Días antes me dio un consejo: ‘hay que servir a la comunidad’, me dijo”.

El delito de delincuencia organizada está tipificado en el artículo 369 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y se sanciona con pena privativa de libertad de cinco a diez años, según el grado de participación en la organización

Otro uniformado, quien tiene el grado de cabo y también labora en una unidad policial de Los Ríos, describió al oficial azogueño como una persona que demostraba firmeza y que trabajaba para erradicar la delincuencia en los cantones a su cargo.

“Era un referente en la provincia de Los Ríos. Parecía bravo (enojado), pero era responsable, disciplinado y una calidad de persona, era correcto, nos decía que le gustaba todo por la derecha. Bueno, al menos eso demostraba, por eso nos quedamos sorprendidos cuando lo aprehendieron. Hay personas que nos hacen creer y aparentan ser correctas y son las más sucias, ojalá no sea el caso de mi coronel”, refiere de Pesántez.

Thelmo Pesántez fue una de las 19 personas detenidas por delincuencia organizada el 26 de enero pasado.Cortesía

Un oficial de la Policía, quien también pidió la reserva de su nombre, cuenta que aunque no laboró directamente con el oficial, en el tiempo en que estuvo a cargo de un distrito de Los Ríos, tuvo la oportunidad de asistir a varios eventos institucionales donde compartió con Pesántez. “Tiene un grado más que yo, daba la impresión de ser un policía serio y correcto. En una de las conferencias en las que compartimos, siempre resaltaba su labor en servicio de la comunidad. Se debería investigar bien y las razones que tuvieron para vincularlo en un caso de delincuencia organizada”.

‘Ponchero’ y refilón

Sin embargo, no todo apunta a que Pesántez, quien desde 2015 a 2017, cuando aún tenía el grado de mayor, fue jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Zona 8, era un policía de proceder correcto.

Uno de los consultados lo definió como un policía “déspota”, que abusa de su grado y de su autoridad con sus inferiores.

“Era tirado a estricto, eso que trabajaba en beneficio de la ciudadanía solo era para aparentar. Siempre dio mucho de qué hablar, quienes lo conocimos desde sus inicios en la Policía sabíamos que no era honesto, muchos de quienes abusó debieron denunciarlo. ‘Si yo me entero de que ustedes están cometiendo un delito o me avisan que andan en algo deshonestos, los denuncio’, decía, y quién creyera en lo que él andaba, que hasta terminó preso”, sostiene el uniformado.

El 3 de febrero Pesántez presentó un recurso de apelación, pero fue tarde porque no lo hizo dentro de los tres días que establece la ley, luego de ser detenido.

Para otro servidor policial, el hecho de que Pesántez haya estado en una unidad especial de la Policía no lo libra de culpa e incluso es más preocupante porque, como instructor, debía ser un ejemplo para las nuevas generaciones de policías. “Lamentablemente a veces el dinero y el poder corrompe y cambia a las personas, no es el primer oficial que cae por actos delictivos”, afirma.

Otro agente policial es más severo en su descripción al coronel ‘encanado’. “Lo conocí en Guayaquil, cuando tenía el grado subteniente. Siempre fue ‘chueco’ y ‘refilón’. Estuvo metido en problemas. Era ‘ponchero’, es decir, que si un policía llegaba atrasado o tenía alguna novedad, les pedía dinero para quedarse callado”.

Cuando fue detenido y esposado.Archivo

El sargento, quien ha laborado en unidades de investigación de la Policía, revela que, posiblemente, otros oficiales de altos rangos podrían ser parte de la organización delictiva a la que habría pertenecido Pesántez. “Hay policías chuecos, pero también oficiales. Ellos saben mejor cómo manejarse y pasar desapercibidos”.

Depuración policial

Los nexos con organizaciones delictivas, debido a la labor policial, no siempre terminan bien y es por ello que muchos policías acaban inmersos en delitos, afirma el fiscal César Peña Morán.

El funcionario sostiene que existen casos en que policías dejan de ser los ‘enemigos’ de los delincuentes y pasan a formar parte de su seguridad o incluso llegan a pasar información de los allanamientos para que se fugue el cabecilla.

“Este no es el primer caso. Está el de los narcos generales (en 2022 el embajador de Estados Unidos desveló la penetración del narcotráfico entre los miembros de las instituciones del orden público. Se detectó responsabilidad en tres generales, dos en servicio activo y uno en pasivo). Por consiguiente, no es sorprendente que lleguen a formar parte de organizaciones delictivas, tipificado como delito de delincuencia organizada”, explica Peña.

Finalmente, resalta la necesidad de una depuración a nivel institucional y que si un policía es sospechoso debería ser procesado penalmente por delincuencia organizada o el delito por el cual es investigado. (AEB)