Decenas de agentes con trajes blancos, máscaras antigases y armas de largo alcance entraron a la estación La Magdalena del Metro de Quito. Una operación que parecía de película era una simulación. Todo esto para evaluar los tiempos de respuesta de diferentes instituciones frente a un ataque terrorista dentro de las estaciones del sistema de transporte que aún no termina de funcionar.

Víctor Villacrés, gerente del Metro de Quito, explicó a EXTRA que el objetivo es estar preparados para los delitos y accidentes que podrían suscitarse. Precisamente, los protocolos de seguridad han sido uno de los mayores pendientes. En mayo, seis de los 18 trenes dieron servicio, aun sin estos procedimientos definidos, lo que causó inconvenientes a los usuarios.

LA VIOLENCIA

El ejercicio, realizado el 3 de agosto, recreó diferentes escenarios como la detección de personas afectadas por agentes químicos, así como la actuación frente a un atentado terrorista con toma de rehenes.

Durante la simulación, se pusieron en práctica protocolos de seguridad para la detección y tratamiento de explosivos, aislamiento de agentes radiológicos y desinfección de contaminaciones en víctimas.

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El mayor Edmundo Mora, presidente del equipo técnico de la Unidad Nacional de Armas Químicas y Biológicas del Ministerio de Defensa, comentó que ya es posible un ataque con armas biológicas y químicas en la capital. “Alguien con conocimiento puede generar explosivos. Depende de la imaginación de las bandas criminales”, explicó.

En esto coincidió Marcel Merizalde, experto en seguridad, pues el nivel de violencia que se ha registrado en los últimos meses da cuenta de que “ya el escenario que vivimos es diferente. Ya no existe el mito de que somos una isla de paz”.

Por ello, celebró que las autoridades evalúen distintos escenarios, aunque enfatizó que deberían enfocarse a los usuarios. “Los ciudadanos deben saber cómo manejarse ante estas situaciones. Debe haber campañas masivas”, agregó.

Según Villacrés, hasta ahora se han desarrollado 8 de los 15 protocolos. “Desde que empezó nuestra administración se ha ido trabajando y esperamos tenerlo listo hasta diciembre. Antes no había ninguno”, dijo.

Para Merizalde, el tiempo es insuficiente, pues los usuarios deberían conocer los procedimientos al menos un año antes de que funcione el sistema. “Dependerá de la creatividad del Cabildo para avanzar en meses lo que no se hizo en años”, agregó.

Según Merizalde, el metro puede albergar delitos como violencia sexual, secuestros, robos, riñas con armas. “Hay que ser muy cuidadosos, pues puede haber sitios a donde no llegue la vigilancia”, enfatizó.

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