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¡Te me caíste del pedestal!, el video polémico en las redes
Suegra encontró a su nuera con otro hombre en un motel. Expertos en redes y un psicólogo hablan de una ‘condena social’ en que todos son jueces.
Del ‘ya que chu...’ del precandidato presidencial Guillermo Lasso al ‘te me caíste del pedestal’ de la Señorita K. Las redes sociales no tienen límites, no respetan intimidad ni dejan pasar nada. Estallan con los chismes y pueden llevar a cualquiera al cielo o al infierno.
En esa llamarada, precisamente, se ubica el más reciente caso de un video viralizado en las redes sociales donde, supuestamente, una suegra descubre a su nuera con otro hombre, en un hotel ubicado en la vía Nobol – Lomas de Sargentillo, en la provincia del Guayas.
“Es como hacer justicia social en las redes”, explica Fernando Lozano, jefe de audiencias digitales de diario El Comercio, de Perú, al comentar sobre este suceso que incluso ha rebotado a otros países.
En solo 1:55 minutos, el video se convirtió en un ‘infiernillo’ viral. La toma empieza en el ingreso del motel. Se ve un carro estacionado y se escuchan 4 golpes a la puerta. Al abrirse inicia el diálogo (se protege nombre de la mujer implicada y la llamaremos Señorita K o SK. Y el sujeto, el Quesero (pues según lo que se conoce se dedica a esta actividad).
-SK: Dígame.
(La respuesta es tímida, de alguien asustado, sorprendido).
-Suegra: ¿Tú qué haces aquí?
-SK: Naaada.
-Suegra: ¿Tú qué haces aquí?
-SK: Nooo. ¿Qué?
-Suegra: ¿Qué haces con este hombre aquí?
-SK: No, es que yo solamente vine a conversar con él.
-Suegra: Conversando y este señor está así desnudo. ¿Ah?
-SK: No…
-Suegra: No, ¿qué?
-SK: ¿Tú hiciste eso, verdad? Tú hiciste esto (dirigiéndose a su acompañante).
-Quesero: Pero qué, yo...
El “juicio social” del que habla Lozano, que desde ya se busca con la grabación y que bien pudiera haber quedado en el ámbito de los implicados, está por tomar un giro.
-Suegra: Usted. ¿Usted que es pareja de ella, ah? ¿Usted es pareja de ella?
SK: Noooo.
-Suegra: Te lo juro que… te lo juro que... te me has caído del pedestal SK. Te me has caído del pedestal.
K: Noooo… vea...
-Suegra: ¿Qué? ¿Qué hacías con este señor aquí? Solamente dime. Dime, ¿qué hacías? Engañando a mi hijo. Te ibas a casar con él..
-SK: Sí, pero no...
-Suegra: Sí, pero no… y ese señor apenas se está… aquí está, cambiándose.
La tardía reacción de la seguridad del motel termina por cortar el diálogo, pero este no quedó allí. El mundo virtual se abrió y lo que debía quedar como un asunto de carácter privado pasó a ser comidilla de todo el mundo.
“Lo que decimos en redes habla mucho de nosotros. Empezamos con una falta de ética desde el momento en que subimos cosas que deben quedar en lo privado y esta falta de ética se replica cuando compartimos y difundimos”, asegura Santiago Toral, catedrático de la Universidad Casa Grande, al explicar que casos como este no hacen más que dañar a todos.
Es más, asegura que con este tipo de acciones vemos “a millares de personas que piden un video porque se despierta una especie de morbo para luego tener de qué comentar, sobre todo cuando se habla de las mujeres… y enseguida viene una condena social que sanciona a la mujer que sale en el video”.
En ese punto, Toral agrega que siempre “hay corresponsabilidad tanto del que sube (el video) como del que comparte” y que lo que debería existir es la condena social “a esa persona que sube eso y a las personas que difunden”.
Mario Villalba, máster en Psicología Clínica, explica que muchas personas no miden sus acciones y al subir en redes sociales lo hacen “con el afán de mostrar una imagen que en realidad muchos piensan es distinta… es como desenmascarar a la persona, a la que tenían como el ángel, como el ejemplo a seguir y que supuestamente vean quién es en realidad esa persona”.
Pero Villalba no justifica ese accionar. Al contrario, precisa que quien actúa así “también se está exponiendo; incluso esa persona también va a tener reacciones en su entorno. Por ejemplo, los amigos o vecinos le dirán: ‘Mira, hizo eso a la novia de su hijo, cómo fue capaz’. A ellos también les cae esa condena social”.
Lo que aseguran Villalba y Toral queda por demás explícito en lo que posteriormente se dio en el caso: al video le siguieron decenas de comentarios, miles de visualizaciones y miles más lo compartieron junto con fotografías, un video de TikTok y hasta detalles íntimos de los implicados.
Por ello, Lozano sentencia que “este tipo de casos son muy difíciles que sean llevados a la justicia, entonces es que las personas encuentran en las redes sociales la forma de lanzar un juicio social sobre este tema. Es como una satisfacción que se aplica”.
Se quedó con el ‘queso’ en el ‘molde’
El hombre involucrado en el video, que es vendedor de queso en un cantón de la provincia del Guayas y a quien llamaremos Israel, comentó a EXTRA que no pretende denunciar que hayan utilizado su imagen en redes sociales.
“Prefiero dejar las cosas así, ya que no sé quién exactamente subió el video a Facebook”, dijo el hombre, quien en una primera instancia negó ser el involucrado, pero al preguntarle si tomaría acciones legales, aceptó ser el del video.