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Los familiares de la víctima no podían entender por qué lo asesinaron si él era buena gente con todos.GUSTAVO GUAMAN

¡Matan al salchipapero favorito, en Yaruquí!

Un hombre muy querido en Yaruquí, suroriente de Quito, fue asesinado en su domicilio. La Policía presume que se trataría de un intento de robo.

La mañana de ayer, María Chorlango fue a la casa de su jefe para pelar papas como de costumbre, pero nunca se imaginó que lo iba a encontrar muerto con un disparo en el rostro.

La mujer relató que llegó al domicilio, en Yaruquí, al suroriente de Quito, a las 07:20.

Luego se dirigió al cuarto de las verduras para iniciar con sus labores y a los pocos minutos escuchó los maullidos fuertes de un gatito. Ella siguió al animalito hasta el garaje y se encontró con el cuerpo inmóvil de Carlos Carrera, su jefe. “Pensé que estaba tomado, pero cuando me acerqué le vi la carita llena de sangre”.

Chorlango salió desesperada a pedir auxilio y antes de llegar a la calle vio un arma de fuego en el suelo. Corrió llorando hasta la casa de Arturo, primo de la víctima, y le contó lo que había visto. Ambos llamaron a la Policía para denunciar el hecho y conforme llegaban los uniformados, los moradores del sector se amontonaron afuera del domicilio y rumoraban que la noche anterior hubo una balacera.

Los vecinos del barrio comentaron que la semana pasada asaltaron a una mujer y la apuñalaron.

ATANDO CABOS

María Mercedes Carcuango comentó que a las 21:30 del viernes estaba en el velorio de un conocido cerca de la casa de Carrera y escuchó varias detonaciones.

Cuando la mujer y otros invitados salieron a la avenida Teniente Hugo Ortiz vieron a un desconocido que corría con un arma de fuego en la mano.

Un morador fue detrás de él, pero el sospechoso le disparó a la altura del hombro. El joven, de 25 años, ahora se recupera del balazo en el Hospital Eugenio Espejo, en Quito. Su condición es delicada porque el proyectil le perforó el pulmón izquierdo.

Carcuango indicó que el agresor se lanzó a una quebrada y huyó. “Nosotros le lanzamos piedras, pero desapareció”.

Los vecinos creyeron que el desconocido habría robado por el sector, pero no creyeron que habría sido el victimario de Carrera. Esto lo investigan agentes de la Dinased y Criminalística, quienes llegaron la mañana de ayer al sitio, a levantar evidencias del crimen.

Un arma de fuego de fabricación artesanal fue hallada en la escena del crimen.GUSTAVO GUAMAN

INVESTIGACIÓN

El mayor Iván Naranjo, de la Policía, indicó que la noche del viernes habría ocurrido un intento de robo en la casa de la víctima. Al parecer, dos sujetos forcejearon con Carrera mientras él ingresaba con su vehículo al estacionamiento. “Se presume que la víctima tal vez se bajó del auto y se enfrentó con los delincuentes”.

Los indicios recopilados y las entrevistas que realizaron los uniformados a los testigos apuntan a que se trataría de un presunto robo. Sin embargo, las puertas del domicilio no estaban forzadas y todas las pertenencias de la víctima se encontraban en el lugar.

La Policía revisará las grabaciones de las cámaras del inmueble para continuar con las indagaciones.

RECUERDOS

Carlos Carrera, de 55 años, tenía un local en el parque de Yaruquí, donde vendía salchipapas y hamburguesas. Lo conocían como Carlitos, no estaba casado ni tenía hijos.

Él tenía el negocio por más de 30 años y era la ‘hueca’ favorita de muchos habitantes del Valle de Los Chillos.

Éricka Enríquez lo recuerda como un gran ser humano y chistoso. Cuando ella y su hijo iban a su local a comprar salchipapas, Carrera los recibía con buen ánimo y siempre les ponía sobrenombres. “A mí me decía Éricka Buenfilo”, recordó entre sonrisas.

Vecinos y amigos le decían Carlitos.GUSTAVO GUAMAN