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María Dolores Coloma, la exfiscal que fue amiga de Leandro Norero
El fallecido narcotraficante dijo que la fiscal era "como su madre"
Durante años, Leandro Norero actuó en las sombras. Se hizo pasar por muerto, usó otra identidad y creó una red de empresas para lavar dinero. En esa etapa de su vida contó con la amistad y el apoyo de María Dolores Coloma Pazmiño, exfiscal de delincuencia organizada.
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En palabras de Norero, las cuales dejó consignadas en sus chats, la exfiscal “era como una madre” y por eso no podía entender por qué mientras estaba preso no le contestaba las llamadas.
Para el narcotraficante, el comportamiento de la abogada era extraño, pues Coloma acudió a su casa apenas le avisaron que la Policía le allanaría, el 24 de mayo de 2022. Las redes de corrupción con las que operaba Norero funcionaron a la perfección esa noche.
A las 22:00 supo que la Policía tocaría a su puerta, pero Norero “estaba cansado de huir” y decidió esperar cuatro horas hasta que llegaran por él.
En sus conversaciones, que hoy son evidencia del caso Metástasis, cuenta que su amiga Coloma estuvo presente en su operativo y que ella le convenció que abriera su caja fuerte, pues le aseguró que podrían justificar todo.
En el interior guardaba seis millones de dólares, otros miles de euros, lingotes de oro, armas de fuego, joyas, relojes de lujo y documentos sobre sus empresas.
Norero contó que intentó que Coloma sea su abogado, pero se negó. La volvió a contactar cuando la Fiscalía vinculó a su madre en el proceso por lavado de activos, pero de nuevo la exfiscal se negó. Después de eso no le volvió a contestar los mensajes, contaba Norero en sus chats. Lo que le apenaba era que ella había sido una persona de su confianza y que incluso le vendió una casa, que no terminaba de pagarle, dijo el delincuente.
Lo relatado por Norero en sus chats halla una base sólida de veracidad a la luz del testimonio que dio Helive Angulo, uno de sus hombres de confianza del narcotraficante, el pasado 28 de marzo de 2024.
Bajo juramento contó que Norero le dio a Coloma una casa valorada en 1,2 millones de dólares, le entregó dos autos e hizo arreglos en una oficina para que ella pueda trabajar para él.
“La dra. María Dolores Coloma le dio el 'ok' de los negocios y transacciones que hacía el señor Leandro Norero Tigua. Empezó a darle asesoramientos muchos más seguidos y a darle información privilegiada de ciertos operativos que se realizaban en la ciudad de Guayaquil, ya que él siempre se mantuvo alerta porque tenía miedo que le realizaran algún allanamiento”, dijo el testigo. También aseguró que la noche del arresto, Coloma intentó frenar el operativo con llamadas a sus contactos en la justicia.
En agosto de 2022, Norero no sabía qué pensar de Coloma. En un chat con Daniel Salcedo le contó que “prefería no pensar mal”, pues Coloma ya no le respondía las llamadas y se justificaba diciendo que había perdido el celular.
La “doctora”, como él la llamaba, no fue cualquier fiscal. Desde 2010 fue designada para trabajar con la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) encargada de investigar casos de sicariato y muertes violentas. Después pasó a Fedoti donde también investigaba a narcotraficantes y a organizaciones criminales con alcance transnacional e internacional. Se jubiló de la Fiscalía en 2019.
Ya en 2022, la fiscal general Diana Salazar afirmó en una comparecencia en la Asamblea que Coloma era parte del equipo legal de Norero. “Lamentablemente los funcionarios públicos no se encuentran exentos de caer en estas redes. Existen ex fiscales que luego de haber tenido conocimiento sobre actividades relacionadas a narcotráfico y lavado de activos, ahora los están defendiendo, también es un negocio lucrativo”, dijo Salazar.
EXTRA ha buscado la versión de la exfiscal desde el lunes 15 de abril de 2024, pero hasta la publicación de esta nota nadie contestó las llamadas.