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Manta: El mensaje que envían criminales al dispararle al cadáver de hombre asesinado en Urdesa
El cuerpo del agente Andrés Moreira Cedeño fue por segunda vez a la morgue. Sujetos abrieron el ataúd y le dispararon en el rostro.
La manera cruel y sanguinaria con la que actuaron en contra de quienes se encontraban en el velatorio del agente de tránsito, Andrés Agustín Moreira Cedeño, de Manta, e incluso el hecho de haber baleado su cadáver, el cual yacía en un féretro, tendría dos explicaciones según el psicólogo forense Segundo Romero: un mensaje de venganza para sus contrarios o una tradición utilizada por bandas narcocriminales.
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El experto, quien también es perito del Consejo de la Judicatura, indicó que la forma en que ejecutaron este hecho criminal denota la fuerza y el poder de estas organizaciones delictivas, que buscan causar zozobra a la ciudadanía e intimidar a sus enemigos para darles a entender que eso les puede pasar a ellos y a sus familiares si los traicionan.
“Estos hechos ya no son delincuencia común o peleas de bandas por ganar espacio o territorio para el expendio de droga. Esto va más allá, les quieren dar a entender a sus contrarios que no los pueden traicionar y que donde quiera que se escondan los van a localizar y exterminar. Incluso después de muertos seguirán pagando lo que les hicieron. Es un mensaje subliminal. Es una venganza a la familia, a quienes lo rodean”, sostuvo.
Psicólogo forense
Romero considera que el hecho de haber atacado un cadáver corresponde a mitos y tradiciones de mafiosos mexicanos, quienes tienen la creencia de marcar sus balas para que los espíritus de sus muertos no los sigan.
“No hay que descartar estos mitos. Los mafiosos marcan sus balas para dispararles a sus enemigos, esto es muy común en el argot narcodelictivo”.
El atentado en contra de los asistentes al velatorio del manabita, de 34 años, ocurrió a las 10:15 del jueves 18 de mayo en la sala de velación ubicada en la avenida Flavio Reyes de Manta. Como resultado murieron dos hombres y dos mujeres, y 14 personas (entre ellas, dos menores) resultaron heridas.
Moreira Cedeño fue asesinado la tarde del martes en el estacionamiento de un inmueble de Urdesa, en el norte de Guayaquil. Lo atacaron con fusil. En el departamento que tenía dos días alquilando, la policía encontró dos armas de fuego, municiones, seis alimentadoras, cuatro recipientes con droga y 120 mil dólares, distribuidos en 12 fajos de billetes de $ 20.
Policía Manabí
El coronel Patricio Almendáriz, comandante de la Subzona Manabí, contó a este Diario que los cinco hombres que descendieron de un vehículo y perpetraron el hecho no solo dispararon a quienes se encontraban en los exteriores del velatorio. Los criminales también ingresaron a la sala de velación, abrieron el féretro y le propinaron varios tiros al cadáver de Moreira, quien era velado en ese lugar desde la madrugada del jueves.
“De acuerdo con testigos y cámaras de seguridad, los asesinos fueron directo a un ciudadano que vestía de negro y que estaba cerca de la puerta. Este se metió corriendo, pero se resbaló y ya en el piso le dispararon. Luego se acercan al féretro, lo abren y le dan varios balazos en el rostro al hombre que estaba en el ataúd. El cuerpo fue llevado otra vez a la morgue, esta vez a la de Manabí, para extraer los proyectiles y hacer el cotejamiento”, dijo el jefe policial.
El comandante de Policía explicó que entre las víctimas mortales se encuentran la exesposa de Moreira, Diana Sofía Oña Zambrano; una pariente, Kelly Carin Álava Castillo; además de dos conocidos, quienes eran hermanos: Rommy Duber y Rodny Damián Moreira Antón.
Los asesinos utilizaron armas de grueso calibre, como fusil y subametralladora. (AEB)