El video del maltrato, que dura apenas 45 segundos, indigna. Ocurre en General Villamil, Playas. Un hombre con una caña hinca cerca de la panza a un caballo sobre cuyo lomo monta un joven en pantaloneta. El animal se inquieta y comienza a moverse brúscamente, hasta que dobla sus patas traseras y cae.

El jinete se levanta y el hombre con la caña molesta al equino golpeando levemente 16 veces su pata izquierda, que ha quedado en el aire. El animal, en el piso y al parecer sin fuerzas, intenta responder dando patazos al aire. No puede más, está aturdido, cansado, flacuchento como es, se ha rendido

Estas imágenes, que se viralizaron la semana anterior por redes sociales, provocaron la reacción de personas que cuestionaron cómo las autoridades municipales y de turismo de General Villamil Playas (Guayas) permitieron que esta actividad, a la que llaman “turismo de aventura”, se haya venido desarrollando en este balneario sin control alguno, poniendo en riesgo tanto a los turistas como a los animales que para ello se utilizan.

“Por favor, quienes puedan reporten esta brutal agresión a las autoridades competentes. Debe haber sanción y pena para ello”, comentó la usuaria Olga Mariela en su cuenta de Facebook.

Según algunos ‘carperos’ del balneario, que evitaron dar sus nombres para no tener represalias, quienes ofrecen este servicio cobran entre 3 y 5 dólares el paseo, dependiendo de la temporada y del ‘pato’.

La turista Gabriela Morales comentó que una vez alquiló uno de estos caballos y que “eran jalados por unos niños, al animal se lo veía flaco y mal comido, por eso me apeé (bajé) del caballo”.

“Que alguien haga algo para rescatarlos. Se lucran de ellos y encima los maltratan”, agregó Ana María S.

Pero esto no es nuevo, pues el 28 de febrero del año pasado, la Fundación Trato Ético de los Animales (TEA) publicó en su cuenta de Twitter @TEAFundacion un reporte sobre “caballos débiles transportando turistas” y advertía que “esto no atrae el turismo”, al tiempo que le pedía al alcalde Dany Mite y a las autoridades de Agrocalidad que tomen cartas en el asunto.

Las recientes imágenes de maltrato animal difundidas por redes sociales alertaron a las autoridades, que realizaron un operativo para dar con quienes utilizan a estos animales para hacer paseos turísticos por la playa.

Por tema de investigación, las autoridades no dieron los nombres de las cinco personas dedicadas a esta actividad, pero sí les prohibieron que la sigan desarrollando hasta que no se regularicen y se compruebe si maltratan o no a los caballos, informó Miguel Lázaro, director de control municipal. 

Por esto mismo, se solicitó a Agrocalidad, que es la agencia de regulación sanitaria, para que haga la verificación del estado de salud de los equinos.

Lázaro agrega que se socializará y se establecerá una hoja de ruta para la regulación de esta actividad en la zona protegida, aunque la decisión final ya depende de los ministerios de Turismo y de Ambiente.

También hay quejas en el Quilotoa

El uso de caballos para actividades relacionadas con el turismo, pero que han sido un tanto cuestionadas, no solo se ha venido dando en Playas, sino en otras localidades como Quilotoa (Cotopaxi).

En este sitio los animales son usados para bajar o subir a los turistas que no quieren caminar desde el mirador hacia el cráter o de regreso, unos 300 metros de distancia. La ruta es difícil, en especial la subida y los animales deben hacer el viaje varias veces al día.

Sobre esto, y relacionándolo con lo ocurrido en Playas, el usuario de Facebook Javier Rengifo dijo: “Nadie va a hacer nada porque no son perros ni gatos, los animalistas ahí no aparecen. Ya ven que con los caballos del Quilotoa no ha pasado nada y son peor maltratados”.

Precisamente él inició una campaña que busca erradicar “el maltrato y esclavitud animal” en el área turística y sugiere el uso de otros medios como tarabitas. Hasta ahora, 85.213 personas han firmado esta petición.

“La gente abusa de estos animalitos. Si tanto tienen las ganas de bajar y hacer senderismo que lo hagan por sus propios medios”, cuestionó al respecto Silvia Valle.