“Llevo dolor en el cuerpo y dolor dentro del corazón”, dice a EXTRA Gloria Fajardo, madre de Yuliano Salazar, joven de 21 años que atropelló a delincuentes que le robaron sus pertenencias y lo amedrentaron con armas de fuego, en el norte de Guayaquil, la noche del martes 6 de agosto.

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La mujer, quien tiene 95% de discapacidad física desde hace cinco años, tras un accidente, cuenta que el no tenerlo cerca a su Yuliano, ni saber de él desde que fue detenido por el siniestro en el que fallecieron dos de los cuatro atacantes, la mantienen desesperada.

“Mi hijo es un muchacho de bien. Está a la mitad de la carrera de Derecho, ha trabajado en la Judicatura de Babahoyo, su tiempo libre lo usa para cuidar a su mamá (a ella) y él no salió a matar a nadie en esa noche”, detalla con su voz entrecortada.

Gloria relata que ese día, luego del ataque y desde un teléfono prestado, al igual que el vehículo, pues este era de un amigo, la llamó a decirle que se habían acercado cuatro pillos a bordo de dos motos para robarles sus pertenencias (a él y a unos amigos con los que se encontraba) y golpearlo brutalmente. “Sus intenciones eran llevarse los vehículos”, refiere.

Luego, la situación se complicó y sucedió la tragedia: “los vecinos se asomaron y empezaron a gritar ‘auxilio, Policía’ y ellos (los delincuentes), al verse acorralados, se fueron disparando y se decían ‘vamos a ver a un pillo más’ y mi hijo salió a buscar ayuda a la primera UPC (Unidad de Policía Comunitaria) que se le cruzara. Estando en la búsqueda, otra vez se toparon y le dijeron ‘ah, muy sabido’ y aceleró para huir. Después se dañó algo en el carro, no pudo detener la marcha y se fue contra un poste. Él no pudo detener la marcha, no lo hizo para tomar justicia, porque quiénes somos nosotros para eso”, lamenta.

Desde esa noche, el joven fue retenido primero en la clínica y luego en el pabellón 11 del Centro de Detención Provisional (CDP), anexo a la antigua Penitenciaría del Litoral, ya que fue procesado por el delito de muerte culposa.

Su abogado, el doctor Héctor Vanegas, afirma que lo sucedido con Yuliano es porque la justicia se hizo “la tuerta”.

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“El joven tiene 40% de discapacidad psicológica. Esto está diagnosticado desde hace varios años y, de acuerdo con una resolución de la Corte Constitucional y al numeral 3 del artículo 537 del Código Orgánico Integral Penal, cuando se trata de una persona procesada con una enfermedad incurable o una discapacidad, no se les puede ordenar prisión preventiva, sino que, en el peor de los casos, dársele medidas alternativas como arresto domiciliario”, asegura el jurista.

Vanegas además expone que, al haber sido víctima, él solo estaba actuando en legítima defensa y su condición psicológica lo vuelve una persona inimputable. "Él no debió nunca haber tenido la orden de prisión preventiva", afirma. 

Gloria, incluso realizándose su tratamiento para lidiar con su paraplejia, se acuerda de Yuliano y solo pide justicia. “Yo estoy segura de que Dios está en el asunto. Si a mi hijo no le cayó ni una bala ni tampoco el poste, es porque Él lo está cuidando”, solloza.

Al mediodía de ayer, el presidente Daniel Noboa, por su parte, compartió en X que no será un “testigo pasivo de la indolencia” y que la Secretaría Jurídica de la Presidencia apoye el caso del joven. “Ten por seguro que si la justicia te falla, tendrás el indulto presidencial”, finaliza el comunicado.

El doctor Vanegas, por su parte, dice que este es un terrible mensaje negativo a la ciudadanía y para los agentes del orden. "Si un ladrón viene, ¿qué tenemos que hacer? Sí, claro, dejarnos robar. Pero si reaccionamos y logramos defender nuestra vida y lo neutralizamos, ¿qué ocurre? La justicia en vez de premiar nuestra actitud sin el auxilio de la Policía, resulta que terminamos presos por poner ese orden en la situación de enorme inseguridad".

Él asegura que lo que sucede con Yuliano merece la atención, rechazo y alarma de los ciudadanos. "En otros casos, los jueces se hacen de la vista gorda y aplican correctamente la ley, pero aquí obviaron lo que dice la norma y se fueron por el otro lado", finaliza. 

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