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La joven se decidió a buscar a sus padres biológicos a la edad de 19 años.Instagram Melissa Ohden

Madre logra conocer a su hija 30 años después de haber sido obligada a abortarla

La mujer no sabía que la niña había sobrevivido a la intervención que fue ideada por su mamá, cuando tenía 19 años. Ahora ambas son las mejores amigas

Una dramática historia con final feliz, ha dado la vuelta al mundo, luego de que una mujer lograra reencontrarse con su hija, 30 años después de haberla dado por muerta, tras un aborto obligado por su madre.

Ruth tenía apenas 19 años cuando su mamá, quien era enfermera, y sin importarle que estaba en el séptimo mes de gestación le dio de beber agua salina durante una semana para que perdiera a la bebé, al considerar que era muy joven para tener un hijo.

Debido a lo su avanzado de su embarazo, las cosas se complicaron y la joven tuvo que ir al hospital en Iowa, Estados Unidos. Ahí dio a luz a una niña viva, pero la enfermera ordenó que se le dijera a su hija que la bebé no vivió, y se la echó a un contenedor como “desecho médico”. Una enfermera que pasaba por ahí escuchó un llanto débil que salía entre la basura y junto a otra compañera decidieron salvarla y la llevaron de inmediato a la unidad de cuidados neonatales donde milagrosamente sobrevivió sin ninguna secuela para su salud.

Dos meses después, una pareja de nombre Ron y Linda Ohden, adoptó a la pequeña a la que llamaron Melissa y le dieron una vida lo más normal posible, comunicándole en la adolescencia que había sido adoptada, pero sin explicarle toda la historia. No fue sino hasta los 14 años cuando finalmente se enteró que era una sobreviviente a un aborto fallido, y esto tuvo trágicas consecuencias para ella.

“Luego de descubrirlo, internalicé todo mi dolor e hice creer a la gente que todo estaba bien, pero por dentro estaba devastada. Tuve grandes problemas y empecé a beber en exceso”, dijo a diario The Sun. Decidida a conocer a sus padres biológicos, a los 19 años comenzó a buscarlos, pero tardó otros diez años rastreando archivos hasta que logró dar con sus nombres.

En el 2007, consiguió rastrear a su padre en internet y le envió una carta, pero al no recibir respuesta, pensó que no había querido contactarla. Luego se supo que había muerto murió unas semanas después de que ella enviara la misiva. Por suerte, la familia de su papá la encontró y se puso en contacto con ella.

El caso de su madre fue más complicado, al no poder localizarla. Sin embargo, en 2013, una de sus primas la buscó y le dijo que quería ser “el puente de contacto entre ambas”. Así fue como finalmente hablaron y pactaron conocerse en un zoológico, tres años después de escribirse. El reencuentro fue muy especial. Ruth le explicó a Missy que su intención no había sido abortarla. Además, con el tiempo fueron creando una relación muy cercana, incluso sus nietos le dicen “nana". Madre e hija se convirtieron en mejores amigas.

“Todavía nos quedan algunas preguntas sin responder, lo que sabemos es que yo iba a ser abortada, y ella fue una víctima secundaria. Pero las dos elegimos superar y no sentirnos victimizadas. Elegimos prosperar, vivir, amar y perdonar”, aseguró Missy, quien ahora se dedica a dar pláticas motivadoras. Incluso escribió un libro donde narra su historia. Es una ferviente defensora de los derechos a la vida, al calificarse como una sobreviviente del aborto.