En el barrio Santa Teresita, los habitantes se movilizan armados con machete y garrotes. Lo hacen cada que salen a sus huertos o a tomar el bus que los traslade al centro de Ambato, provincia de Tungurahua. Esa medida la han adoptado desde el fin de semana. No es por el temor a los delincuentes, sino a dos perros: uno pitbull y otro de raza bóxer que se han convertido en el terror del barrio.

Madre e hijo: Zoila María Garcés, de 84 años, y Jorge Wilfrido Garcés, de 67, son las últimas víctimas de los ataques de los dos canes.

Alexis Garcés, nieto de Zoila, comentó que todo pasó a las 17:00 del sábado 21 de agosto. Primero fue agredido el tío, quien se dirigió hasta los terrenos a ver una rama de arrayán para la colada morada. Al ver que pasaron 20 minutos y no llegaba, su madre, doña Zoila, fue a buscarlo.

Ella también se tardó, pese a que la casa hasta donde están los terrenos apenas le separan unas tres cuadras, y cuando los familiares se disponían a ir a buscarlos apareció la adulta mayor toda ensangrentada, en medio de los árboles frutales.

“Nos asustamos porque pensamos que los habían asaltado. Ella gritó que cojamos palos para que vayamos a salvar a su hijo. Al llegar al sitio, vimos a mi tío con los perros sobre su cuerpo que lo estaban desgarrando. Tardamos diez minutos para separarlos porque los perros parecían animales salvajes y querían atacarnos a todos”, narró Alexis.

Dependen de un milagro

Las dos personas quedaron destrozadas por los canes. A la adulta mayor se le comieron las dos orejas, una la perdió completamente. Además, tiene mordidas en los brazos y rostro.

Mientras que Jorge Wilfrido presenta mordidas en la cabeza, carcomida la parte del rostro y su abdomen tiene como “rastrillado y carcomido”, contó el familiar.

“Nunca había visto un cuadro tan lastimero. A mi tío le arrancaron la dentadura y su abdomen estaba desgarrado. Como no llegó rápido la ambulancia, los trasladamos en la camioneta hasta el Hospital Docente, donde nos han dicho que no saben cuándo les darán el alta porque su estado de salud es crítico”, lamentó el nieto.

Otros ataques

Zoila y su hijo Jorge no son los únicos en ser víctimas de estos dos canes. Patricia Barona, teniente político de Huachi Grande, informó que primero mataron a dos borregos y los dueños fueron alertados a tomar correctivos, pero no lo hicieron, aseguró la autoridad local.

Después, hace menos de un año, una señora y su hija también fueron mordidas por los mismos canes, recordó.

El caso de la madre con su hijo es el que ha causado más alarma ya que los mandaron hasta el hospital y el estado de salud de ambos es crítico.

“Estamos investigando si hay criaderos de estos perros en el barrio, pero mientras tanto se tomarán todas las acciones legales para que sean retirados los canes”, puntualizó Patricia Barona. (YIE)