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Lugares sin vida en la Carita de Dios
Parques sIn planificación o mantenimiento son el dolor de cabeza de los quiteños. Algunos no tienen acceso para quienes andan a ‘pata’.
Son ‘cadáveres’ urbanos. Elefantes blancos que no son exclusivos de Guayaquil, como se contó en la edición de ayer. En la capital el escenario está calcado y, en algunos casos, es quizá peor.
Byron Dávila visita el Parque Metropolitano del Sur desde hace cuatro años. Dice que a más de ser un espacio casi anónimo y muerto, acceder al sitio es un privilegio de pocos. Solo de aquellos que tienen vehículo propio, porque líneas de buses no existen hacia ese extremo sur de la urbe.
Esta área verde se ubica en la avenida Simón Bolívar, sector El Troje, cerca de la salida de Quito, hacia el cantón Mejía. Cuenta con 663 hectáreas. Senderos. Miradores. Y una granja.
Según Dávila, es una improvisación de obra. “Las autoridades no tomaron en serio su edificación. No hubo un estudio correcto para considerar las variables como el transporte”, se queja.
David Játiva concuerda. Él trota por los senderos todos los días y ha sido testigo de las peripecias que hace la gente que quiere acceder al punto.
“El que no tiene carro coge un bus que llega hasta el barrio Divino Niño, a 10 minutos a pie del parque”, explica.
Usuaria Parque Metropolitano del Sur
Los ‘no lugares’
Este es uno de los espacios a los que el urbanista y arquitecto Diego Mafla califica de “no lugar”. Es decir, “sitios que no tienen vitalidad urbana. Sin soluciones viales. Donde no hay interacción social”.
Según Mafla, esto es producto del desconocimiento que existe en el Cabildo. De la falta de asesoría técnica y de la ausencia de proyectos urbanos que se ajusten a la realidad. “Quito es una ciudad compleja, descuidada y extensa. Ponen estas construcciones como “soluciones”, pero acaban siendo inútiles”, añade.
En el norte, en el parque Bicentenario, la situación no es diferente. Para usuarios como Jorge Cueva este espacio no es más que un “proyecto improvisado y hecho al apuro”. Lo califica como “intento fallido de parque”.
Hoy en día, el agua está empozada. Verde y con basura. En un recorrido realizado por EXTRA se verificó que a un costado se abrió un pequeño desfogue para descargar el exceso de agua, la misma que cae hacia una zona verde que luce como ciénaga.
En otros puntos del parque se han formado lagunas naturales, producto del exceso de lluvias. La falta de señalética es evidente. La pista de aterrizaje, hoy pista multiusos, luce descuidada y con baches.
Sin billete
Lorena Izurieta, directora de Parques y Jardines, afirma que la falta de presupuesto es lo que retrasa el avance de la obra que inicialmente se ofreció. Agrega que el proyecto ganador que se aplicaría en este espacio de 73 hectáreas “es ambicioso y no tan técnico, porque se sigue modificando para que se adapte al entorno”.
Washington Carrillo transita por el parque de los tubos, Solanda, sur de la ciudad, Según cuenta, “supuestamente para construir el mejor parque de la zona”. Pero el tiempo ha pasado y no hay indicios de que la obra llegue.
“Esto se está convirtiendo en una zona muerta. Lo rellenaron y se olvidaron de cumplir con el ofrecimiento. Si no iban a hacer nada para qué hicieron tanto alboroto. Solo empeoraron la situación”.
Izurieta aclara al respecto que no se puede intervenir en la limpieza, porque no está legalizado el uso de suelo como espacio de recreación y tampoco cuenta con un equipamiento de parque.
Usuario parque de los tubos