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Lolita sufre varias enfermedades por lo que sus sobrinas son quienes la cuidan.GUSTAVO GUAMAN

Lolita, la mujer que teje sus sueños a pesar de su ceguera

La diabetes le 'quitó' la vista. Aún así teje chambritas con sus manos. Necesita apoyo para costear tratamientos y traslados al hospital

Lolita permanece tras el mostrador de un bazar en Llano Grande, norte de Quito. Casi inmóvil, pero atenta a los sonidos y a las personas que se le acercan. Sonríe. Dice que a pesar de las dificultades que ha pasado ha sido bendecida y que por eso sigue luchando. “Ponme un poquito de brillo en los labios para verme un poco sexy”, le pide a una de sus sobrinas.

(Te puede interesar: “Ahora hago más con el tacto, me demora un poco más, pero no me dejo vencer”, comenta.)

Sus manos inquietas señalan sus ojos, que se ‘apagaron’ hace cuatro años. “Espere, le cuento”, agrega. Se acomoda en un sillón cubierto con colchas y sábanas. Hasta 2020 era independiente, siempre buscaba con qué sostenerse económicamente: haciendo empanadas, bolones... ¡De todo!

Ya tenía el diagnóstico de diabetes y el de hipertensión. Además, luchaba con su peso que llegó a las 360 libras. Hasta que la pandemia la dejó encerrada y sin medicamentos. “En cuestión de una semana yo perdí la visión de un ojo y luego el otro”, relata.

El mundo se le derrumbó, pues necesitaba ayuda para todo. “Yo me deprimí, no me levantaba, no caminaba. Ahora ya doy unos pasos sola”, explica. Decidió seguir a pesar de los cambios. El año pasado fue diagnosticada de un cáncer de tiroides, por lo que la operaron y recibió tratamientos de yodo. A todo eso se suma la insuficiencia pulmonar, por lo que necesita oxígeno todo el tiempo.

Cuestión de tacto

En la boutique Loli Lolita, como nombró su local, se exhiben conjuntos de bebé tejidos por ella. Aunque no ve, sus manos conocen de memoria por donde deben ir las agujetas, los nudos y las puntadas. “Ahora hago más con el tacto, me demora un poco más, pero no me dejo vencer”, comenta.

A pesar de su ceguera, teje chambritas con gran destreza.GUSTAVO GUAMAN

Los productos como perfumes, camisetas o maquillajes que también se exhiben en los estantes, son donaciones para que pueda sustentarse de alguna forma. Su sobrina es quien se encarga de mantener el negocio limpio y presentable. “También sigo haciendo empanadas y otras cosas. Yo pico la cebolla, le pongo la sazón. Lo que no hago es ponerme frente al fuego”, relata.

Sus aliadas, las redes

Aunque no ha tenido la respuesta que esperaba, Lolita hace lives en TikTok para contar su situación y para mostrar sus habilidades con las manos. También para ofertar los productos que tiene en el bazar. “Me han comprado, pero poco. Yo con eso hago malabares”, sostiene.

Si usted quiere colaborar con esta luchadora, puede comunicarse a los números: 0984641010 ó 0962050275.

A pesar de que sí cuenta con una pensión del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), explica que solo llega a los 100 dólares mensuales. “Aunque no tengo la edad, me jubilaron, porque mi cuerpo no dio más. Ya no puedo trabajar como antes”, agrega. Ella se desempeñaba como conserje y cocinera en una escuela de Llano Grande.

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