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Luego del levantamiento del cadáver, los policías indagaron la zona en busca de más pistas.René Fraga

Lojano 'marchó' por una llamada en Quito

El ataque ocurrió cuando el hombre hablaba por teléfono y los ladrones se acercaron a robarle. Le dieron un balazo. Sucedió en el sur de la capital.

Un disparo acabó con la tranquilidad de Ruth López, que veía un programa de cocina en su casa, en el barrio Promoción Familiar, sur de Quito. Tras unos segundos oyó gritos y dejó la televisión prendida para salir a la calle Serapio Japerabi, en donde se topó con un hombre herido que estaba tirado en la vereda.

“Pensamos que se trataba de un vecino (el afectado), pero ha sido un señor que llegó de Loja”, contó López con la voz temblorosa.

El herido en la calle era Duman Rey, que llegó la noche del martes a la vivienda de un amigo a visitarlo, según los informes preliminares. “Yo supe que el señor se quedó hablando por teléfono en la calle luego de guardar su carro en el garaje”, añadió la moradora. Y entonces lo atacaron (ver infografía).

Murió luego de media hora

A López se unieron otros vecinos para auxiliar a Rey. “La gente intentó parar el sangrado con una camiseta”, dijo otro residente, quien no quiso dar su nombre.

Mientras, había quienes llamaban al número de emergencias pidiendo una ambulancia para la víctima que agonizaba. Pero luego de 30 minutos, el lojano (barba y cabello negro) perdió la vida, indicó el testigo.

Los policías llegaron a la escena, acordonaron el área y revisaron el cadáver y el lugar donde quedó tendido.

Duman Vladimir Rey Quezada 32 añosCortesía

Juan Carlos Bonilla, capitán de la sección de Inspección Ocular Técnica de Criminalística, precisó que cuando chequearon a Rey se dieron cuenta de que la bala entró pero no salió. “El proyectil, una vez extraído con la autopsia, servirá para conocer qué tipo de arma de fuego se utilizó en el lugar”, detalló el oficial.

Rey fue embarcado en la ambulancia de Medicina Legal y llevado a la morgue. Entretanto, agentes de la Dinased también revisaron la zona para conseguir indicios de los causantes. “Son personas que tienen entre 23 y 25 años”, afirmó Iván Naranjo, jefe del departamento de Investigación de Muertes Violentas.

López y los demás vecinos se retiraron cuando los investigadores se fueron. “Era un barrio muy tranquilo, pero ahora la delincuencia está ganando”, comentaron antes de ingresar a sus casas.