El testigo clave de la Fiscalía en el asesinato de Fernando Villavicencio, José Aguas, resultó ser el presunto líder de una red criminal dedicada al sicariato y que tendría el control de este tipo de hechos violentos en los cantones Quito y Rumiñahui, en la provincia de Pichincha.

Estos detalles han sido revelados por un individuo, considerado pieza fundamental en un nuevo proceso por delincuencia organizada iniciado en contra de Laura Dayanara Castillo Velin, alias la Flaca, quien además era pareja de Aguas.

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Ella es la presunta líder de una facción del grupo terrorista Los Lobos, y ha sido llamada a juicio por el asesinato de don Villa, como era popularmente conocido el candidato presidencial, quien fue atacado a tiros el 9 de agosto de 2023, once días antes de las elecciones, tras un mitin político en el norte capitalino.

El primer día de la audiencia de juzgamiento en el caso Villavicencio, el martes 25 de junio de 2024, minutos antes de que empezara la diligencia, agentes de la Policía Nacional ingresaron a la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, para dirigirse al pabellón femenino y detener a Laura Castillo por este nuevo delito.

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En su celda, además, los agentes descubrieron que tenía un celular, con chip de una operadora, y papeles con diferentes números anotados, entre esos de teléfonos. Los peritos determinarán a qué o quién corresponde cada dato conseguido.

En la misma prisión, en el área masculina, fue aprehendido otro sujeto, identificado como Fernando David Chaluisa Candelejo.

Este sospechoso ha sido vinculado a Laura Castillo, sobre todo, porque fue encontrado junto a ella la tarde del 17 de junio de 2023, a bordo de un mismo vehículo, en el que también estaba el sicario que acabó con la vida de Fernando Villavicencio: el colombiano Jhojan David Castillo López, alias Ito.

Este ‘gatillero’ fue herido en la escena del ataque a don Villa y, posteriormente, se confirmó su muerte, después de haber sido llevado a la Unidad de Flagrancia en lugar de a un centro médico.

Ese día, Castillo López fue encontrado con una pistola Taurus Millennium, cargada con nueve balas y una en la recámara del arma, lista para ser disparada. Fernando Chaluisa, en cambio, habría lanzado una Taurus TZK debajo de un asiento. Esta tenía 17 proyectiles y también uno en la recámara, listo para ser detonado.

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Estos detalles constan en el acta de la audiencia realizada en contra de Laura Castillo y Chaluisa, donde además se revela que alias Ito, ese día, dijo a un agente: “Tranquilo, mi sub, que yo soy bandido. Usted ya sabe, voy a hacer un camello. Me contrató la Flaca”, en referencia a la presunta líder criminal.

José Aguas ya era investigado por delincuencia organizada, pero recuperó su libertad luego de que rindiera su testimonio anticipado en el caso Villavicencio. La Fiscalía, en la época de su declaración, lo incluyó en el programa de protección a víctimas y testigos.

Ahora, la misma entidad cuenta con información revelada por el sobreviviente a un ataque perpetrado el 6 de mayo de 2023 (ver infografía), quien asegura haber visto al individuo en el sitio y sostiene que él, en complicidad con Laura Castillo, le daban “armas como fusiles, revólveres, balas, bombas y también una que otra cosa robada”, para que las guardara.

En su relato, el hombre asegura que él se dedicaba al microtráfico de drogas y que uno de los hombres de Laura y Cholú (como llama al testigo del caso Villavicencio) era su proveedor. Luego, con el pasar del tiempo se habría enterado de que Castillo y su pareja “lideraban una banda de sicarios en el Valle de los Chillos y en el norte y sur de Quito”. Él lo asevera porque le “propusieron que trabaje en eso con ellos”.

La situación que llevó a que Laura Castillo y José Aguas presuntamente quisieran acabar con la vida del testigo de este nuevo caso, fue que le pusieron la etiqueta de ‘sapo’. Lo señalaban de haber ‘vendido’ a otros integrantes de la agrupación, quienes fueron detenidos y terminaron con prisión preventiva.

En esta investigación por delincuencia hay más involucrados, pero se ha precisado que aún se encuentran prófugos.

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