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Presuntos líderes de una banda se fueron de moco cuando los capturaron
Ocho personas fueron detenidas. Según la Policía se dedicaban a atacar a los usuarios del transporte público. Con lo robado pagaban el agua y la luz. ¡Qué lindos!
Los agarraron rucotes. Una pareja de esposos fue sorprendida por los policías en su domicilio, ubicado en Buenaventura, en el sur de la capital.
Ellos serían los cabecillas de una banda organizada que se dedicaba a robar en el transporte público, según la Policía.
La madrugada de ayer, miembros del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) tumbaron la puerta del departamento donde vivían los sospechosos. ¡Arriba las manos!, pero –primero– abran los ojos.
Ellos dijeron que eran inocentes y se pusieron a llorar para que los policías no los llevaran detenidos; sin embargo, la fiscal del caso les informó que tenía pruebas suficientes para vincularles en el delito.
Según el coronel Fausto Martínez, director subrogante de la Policía Judicial, ocho ecuatorianos, incluida la pareja, eran parte de esta estructura.
Ellos supuestamente se dedicaban a robar en las paradas de buses de Iñaquito, en el norte de la capital, y dentro de las unidades a los pasajeros que se dirigían a sus destinos.
Para cumplir con su cometido solían utilizar armas blancas y amenazaban a las víctimas. Luego les quitaban lo que podían y huían del lugar. Los objetos robados eran llevados a una cachinería en San Roque, donde eran revendidos.
El coronel Rolando Jácome añadió que el robo era el modo de vida de la banda. Es decir, con las ganancias que obtenían de lo robado pagaban los servicios básicos como la luz, el agua, el arriendo...
La mayoría de los implicados registra antecedentes penales por diferentes motivos.